Manuel y Alicia, ambos andaluces, llevaban diez y nueve años, respectivamente, destinados en Zaragoza. Desde hace varios años vivían separados, al parecer, por un problema de infidelidad, según amigos de la mujer.

Mantenían una relación en apariencia normal y no había denuncia por maltrato. Sus amigos incluso pensaban que podían reconciliarse. Pero la tragedia ocurrida sobre las 22.30 horas del miércoles truncó sus expectativas.

La mujer habría acudido a la casa de su ex marido para recoger a su hija, que éste recogió tras el colegio, aunque vivía con ella, en la ciudad.

El delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, informó  de que nadie había escuchado discusión alguna, si es que la hubo. También dijo que el capitán Cuadra disparó primero a su ex mujer y luego a su hija, antes de suicidarse. Los cadáveres fueron encontrados por el personal de la base, tras recibir una llamada de una amiga de la víctima que estaba preocupada porque ésta no contestaba al móvil.

El capitán tenía una hoja de servicios intachable, no se le había apreciado alteración de carácter ni se encontraba en tratamiento psiquiátrico.

Estaba destinado en la Escuela de Técnicas de Seguridad y Defensa. Alicia, en  Abastecimiento.

Funerales. Serán incineradas.

Dos funerales civiles despedirán hoy en Zaragoza a las víctimas de la tragedia, que serán incineradas para ser trasladadas posteriormente a sus localidades natales: Antequera (Málaga) y Almería.

Muertas en Aragón. Mayores de 65 años

El año pasado murieron cinco mujeres a manos de sus parejas en Aragón y todas ellas eran mayores de 65 años. La última víctima fue P. V., de 75 años, que murió degollada en Calatorao el 15 de noviembre.

Hermetismo. Silencio en la base

Mandos y compañeros de los protagonistas de la tragedia guardaron ayer absoluto silencio. Por su parte, responsables políticos insistieron en la necesidad de luchar contra la violencia de doméstica.

Conmoción en el colegio de la niña

Padres y alumnos del colegio Gustavo Adolfo Bécquer de Garrapinillos, donde estudiaba la niña que fue asesinada, estaban ayer consternados. La pequeña cursaba segundo de educación infantil y era muy apreciada por sus compañeros, que le rendirán hoy un homenaje. Llegaba al centro escolar cada día en un autobús, que la recogía y la dejaba en las instalaciones de la base aérea. Cuando su madre acababa de trabajar se iba con ella a su piso del Actur.