La Policía Local de Málaga ha detenido a dos jóvenes, que residen en la capital, como presuntos autores de un delito de allanamiento de morada, en grado de tentativa, al ser descubiertos cuando contrataron a un cerrajero para que le abriera la puerta de una vivienda que pertenecía a otra persona.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 10.40 horas del pasado sábado 28 de agosto en un inmueble ubicado en calle Ebro, donde los policías locales de la Jefatura de Policía de Barrio Distrito Norte, pudieron observar a un cerrajero forzando la puerta de acceso a la misma, concretamente una puerta blindada, encontrándose, junto a él uno de los detenidos, concretamente Jesús N.G, de 27 años.

Al parecer, el otro detenido, Antonio F.S., de 29 años, requirió telefónicamente los servicios del cerrajero, manifestándole que necesitaba que le abriese la puerta de entrada a la vivienda, ya que era de su propiedad y había perdido las llaves, según detalló la Policía Local de Málaga en un comunicado.

Una vez se personó el cerrajero en el lugar, el individuo se entrevistó con él, marchándose y dejando a Jesús N.G. pendiente del asunto, ya que debía haber alguien que se hiciese responsable de la vivienda para que el cerrajero hiciese su trabajo. Los agentes se entrevistaron con éste que les manifestó que la vivienda era de su amigo Antonio, acreditándolo con una Nota Simple Informativa.

Tras localizar a Antonio F.S., los policías locales le solicitaron que acreditase la propiedad del inmueble, respondiendo éste que se la había cedido el Instituto Nacional de la Vivienda, pero que no podía acreditarlo. Así, al dudar de la veracidad de lo manifestado, los policías locales llevaron a cabo diversas gestiones para comprobar la propiedad de la vivienda.

Después de diversas pesquisas, resultó que el propietario real de la misma era un hombre de avanzada edad cuyos datos se correspondían con el nombre que figuraba en el buzón, el cual no se encontraba en la vivienda por encontrarse convaleciente debido a una enfermedad.

Asimismo, los agentes pudieron comprobar que la puerta blindada presentaba el bombín fracturado y con un agujero por el cual se podía ver el interior , si bien, debido a la intervención policial, no habían podido llegar a entrar.

Al comprobar lo sucedido, los policías locales contactaron con un familiar del propietario, que se personó en el lugar de los hechos, el cual se hizo cargo del inmueble. Mientras, Jesús y Antonio fueron detenidos y, posteriormente, puestos a disposición judicial.