La Junta no está dispuesta a seguir demorando el inicio. Aunque agotará las vías del diálogo, pretende que las obras arranquen a principios de febrero incluso sin autorización municipal. Según expertos en derecho administrativo, hay «informes jurídicos que avalan» a la Administración autónoma, al ser el Metro «una obra de interés supramunicipal». «En situaciones como ésta, la Junta tiene las competencias y no necesita ninguna licencia de obra», aseguran. En caso de que el Ayuntamiento decidiera paralizar el trabajo de las máquinas en la calle, a Obras Públicas le quedarían los tribunales, interponer un contencioso administrativo, aunque el proceso se alargaría hasta dos años.

Ambas Administraciones tienen hoy en sus manos la solución para iniciar, cuanto antes, los desvíos de 27 kilómetros de tuberías y cables de la línea 2 (Malagueta-Martín Carpena). «No hará falta cortar ninguna calle, sólo algunos carriles durante unas semanas», explican desde la oficina del Metro.

Una negociación complicada

La negociación de esta mañana será difícil, ya que volverá a discutirse el principal argumento que los separa: la ejecución de tres desvíos para aliviar la circulación en Carretera de Cádiz. La concesionaria ya rechazó ejecutarlos (los considera inviables) y se comprometió a hacer la conexión de Moliére y Pacífico. Por otra parte, las consultoras de la Junta y el Ayuntamiento tratarán de poner en común sus datos sobre los efectos en el tráfico.