Se declara fan del cine en el que "no se habla" y del talento argentino; de su amante en la ficción, Alberto Ammann, habla maravillas. Pilar López de Ayala vuelve a ponerse el corsé para interpretar a Elena Osorio en Lope, un papel en el que despliega complejidad y arrebato.

No estrenaba desde 2008 y ahora tiene entre manos cuatro proyectos, ¿cómo lo lleva?

Cada cosa tiene su tiempo, y cuando estas con algo intentas apartar un poco lo que viene. Sí que tuve, por lo menos, algo de tiempo cuando rodaba Lope para preparar Medianeras, que fue la película que hice después en Argentina, pero nunca me he vuelto loca en ese sentido. Lo esquizofrénico sería salir del teatro e ir a rodar, como hace mucha gente.

¿Qué haría su personaje si se plantara en el siglo XXI?

Lo mismo, porque es una mujer muy contemporánea, adelantada a su tiempo y que arriesga mucho viviendo una aventura en sus circunstancias, en una sociedad en la que se condenaba a las mujeres por adulterio. Lo cierto es que ella querría seguir toda la vida con Lope, pero él no está dispuesto a renunciar a nada, son en ese sentido muy iguales.

¿Es más difícil ser protagonista o interactuar con un gran equipo como el de Lope?

Te sientes muy agradecida porque compañeros como Jordi Dauder, Luis Tosar, Juan Diego o Antonio de la Torre quieran participar y aportar su granito de arena, son grandes actores y siempre van a enriquecer una historia. Y es muy bonito hacer una rueda de prensa y sentir que  somos una piña y que hay algo fuerte que hemos terminado juntos. Lo he vivido en diferentes películas y sé qué se siente haciendo protagonistas o cualquier personaje de otro tipo.

¿En España les tenemos miedo a las superproducciones?

No tengo esa sensación. Tampoco he pensado nunca que esto lo fuera, aunque luego eso ha tomado forma, y desde luego no es algo con lo que cuentes a la hora de tomar una decisión. Supongo que decir que es la película del año es bueno para los que intentan venderla y para este negocio…

¿Pone algún tipo de meta a sus registros interpretativos?

Me gusta haber tenido la oportunidad de trabajar con directores con una mirada tan diferente en el cine, en todas las películas me he sentido igual de implicada y en todas he aprendido algo. Cuando me ofrecen  un proyecto sólo pienso en que me guste la historia, el guión es lo básico; si me engancha no pienso, por ejemplo, en si es de época o no, me doy cuenta cuando los demás de lo decís o en cuanto me pongo el corsé.

¿No ha pensado nunca en dirigir?

Qué curioso que me hagáis esta pregunta, bastante tengo yo con ser actriz (risas). Es muy absorbente.

Usted vivió un boom parecido al de su compañero, Alberto Ammann…

Entiendo bien el momento por el que puede estar pasando, y por eso siento mucho cariño por él, está muy capacitado y tiene recursos de sobra para disfrutar del momento o para aprender a hacerlo.

¿Le tientan mucho con la televisión?

No me ofrecen proyectos, así que no me puedo plantear hacer nada o ni siquiera pensar si me gustaría. Pero si alguien me viene con algo atractivo, podría considerarlo.

BIO. Madrileña, nacida en 1978, se hizo popular a su paso por la serie televisiva Al salir de clase. Saltó al cine con Báilame el agua. Ganó el Goya en 2001 por Juana la loca, de Vicente Aranda.