Los promotores de la batida que partirá este domingo, a partir de las 9.00 horas, de la explanada del Pazo de Congresos de Pontevedra para dar con el paradero de Sonia Iglesias, desaparecida el pasado 18 de agosto, esperan una "respuesta masiva", que podría incluso superar la capacidad de la Policía Nacional para coordinar a los grupos de participantes. "Igual llegamos y nos mandan a la mitad para casa", ha señalado María Luisa Cupeiro, una de las organizadoras de este llamamiento.

"Bajo ningún concepto queremos interferir o entorpecer el trabajo policial", ha señalado en declaraciones a Europa Press la portavoz vecinal, que se mostró muy sorprendida porque "nunca pensamos que la convocatoria fuera a tener semejante magnitud", no solo desde Pontevedra, sino desde los municipios de los alrededores. "En una época en la que todo es puro materialismo, percibimos lo sensibilizada que está la gente y lo querida que es Sonia", ha añadido.

Dada la trascendencia del caso, una empresa de transportes de Pontevedra ha ofrecido de manera altruista la dotación de cuatro autobuses para trasladar a los voluntarios a puntos distantes de la ciudad en los que se desarrolle el rastreo, como el Lago de Castiñeiras, en Cotorredondo.

También se han ofrecido particulares para pilotar 'quads' y colectivos como la Asociación de Jinetes de O Salnés para patrullar a caballo por zonas boscosas.

Precisamente, la convocatoria de apoyo a Sonia Iglesias ha tenido una importante difusión a través de las redes sociales, con iniciativas como la que tuvo un vecino de la mujer, Francisco Muñoz, creando un evento en Facebook, que se ha distribuido a unas 10.000 personas, de las cuales más de 900 han confirmado por este medio su asistencia.

En cuanto a la evolución de la investigación que desarrollan la Unidad de Delincuencia Especializada y Violencia (UDEV) de Pontevedra, en colaboración con la Brigada de Homicidios y Desaparecidos de Madrid, para esclarecer el paradero de Sonia Iglesias, sus vecinos de Campo da Torre y del barrio de San Roque, en Pontevedra, optan por quedarse al margen "hasta que se sepa la verdad" y permanecerán "callados" frente a los rumores porque "todo el mundo tiene derecho a la presunción de inocencia".