La secretaria de Estado de Cooperación, Soraya Rodríguez, cree que España debe mantener su cooperación con países del Sahel pero algunas actividades, como las caravanas solidarias, no se podrán seguir realizando ante "la amenaza de secuestro de occidentales".
Rodríguez considera que una vez que ha terminado "felizmente" el secuestro de los cooperantes españoles, el Gobierno va a recomendar que las caravanas solidarias no se hagan en zonas de riesgo y será Cooperación Española la que ponga a disposición de las ONG toda la infraestructura y el apoyo necesarios.
"Con esto en ningún caso se quiere enjuiciar lo que se ha hecho hasta ahora, se ha hecho porque se podía, pero ahora estamos ante una nueva situación y tenemos que actuar en consecuencia", subrayó este martes la secretaria de Estado de Cooperación, quien añadió que lo que se pretende es que el material llegue a través de medios "indudablemente más seguros".
Rodríguez afirmó que la cooperación española tiene una presencia muy importante en África occidental y "la seguirá teniendo", pero "hay determinadas actividades solidarias que desde luego no se van a poder seguir realizando en los próximos años".
Incremento del riesgo
A su juicio, las caravanas solidarias "incrementan claramente el riesgo" ante la amenaza de secuestro de ciudadanos occidentales y, por tanto, los proyectos de la zona se pueden sacar adelante a través de los medios de Cooperación Española, que "tiene mucha infraestructura".
Sobre el encuentro con los cooperantes liberados Albert Vilalta y Roque Pasqual, Rodríguez destacó que fue "un momento muy emotivo". "Ellos indudablemente estaban emocionados, pero también muy enteros, tranquilos y serenos. Mostraron una gran entereza para dos personas que han estado durante tanto tiempo privadas de su libertad y en condiciones tan duras", apuntó.
Agradeció a las familias de los cooperantes su confianza en el Gobierno y la discreción con la que se han comportando durante los meses de secuestro, porque, en su opinión, han sido "fundamentales". Declaró que durante estos meses el Ejecutivo "nunca perdió la esperanza" de que se iba a resolver bien.
Preguntada por el posible pago de un rescate a los secuestradores, insistió en que el Ejecutivo "desde el minuto" que se conoció el secuestro, estuvo trabajando todos los días para conseguir la liberación.
"El Gobierno ha estado trabajando, ha hecho múltiples gestiones con los gobiernos de la zona y con los europeos y todo ese trabajo ha dado lugar a lo que vimos ayer, a la resolución del secuestro", aseguró. Rehusó además comentar el comunicado que Al Qaeda del Magreb Islámico remitió al diario El País, en el que se asegura que la liberación de los cooperantes ha sido posible tras cumplirse algunas de sus peticiones.
A por la décima caravana
Un día después del regreso de los voluntarios españoles, la ONG Barcelona Acció Solidaria ha empezado a preparar la próxima caravana humanitaria, que sufrirá una sustancial modificación de su recorrido en aras de la seguridad.
Fuentes de la ONG informaron de que una vez que los cooperantes ya están en casa, están empezando a estudiar posibilidades sobre su próxima caravana al continente africano, que será la décima. Por ahora hay varias alternativas, siempre con el objetivo común de buscar la ruta más segura, por lo que una de las opciones que se baraja, si bien no es la única, es dividir la caravana para que una parte vaya por carretera y otra en barco para evitar Mauritania, donde se produjo el secuestro.
El presidente de la ONG, Josep Carbonell, señaló que, de cara a la próxima caravana, intentarán "minimizar los riesgos que antes no había". Sobre las críticas realizadas sobre la necesidad de llevar a cabo estas caravanas, defendió que son "la mejor manera de asegurar que el material que se lleva llega a su destino", puesto que el envío de contenedores sin supervisión "no funciona, porque algunos están un año en el puerto, otros los abren y llega la mitad (del material) y otros desaparecen".
Mueren más cooperantes que soldados
La comisaria europea de Ayuda Humanitaria y Respuesta a las Crisis, Kristalina Georgieva, advirtió por su parte que la seguridad de los cooperantes en el tercer mundo está "más comprometida que nunca". Según los datos aportados por la comisaria, el pasado año murieron más cooperantes que soldados de las Naciones Unidas destinados al mantenimiento de la paz.
Durante la última década, el número de personas que han perdido la vida mientras prestaban asistencia humanitaria se ha triplicado y han pasado de 30 en 1999 a 102 en 2009 y el número de secuestros de 20 a 92.
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