El incendio en la cala de Benirràs, en la localidad ibicenca de Sant Joan de Labritja, se ha complicado, con motivo del viento, de forma que, finalmente, no se podrá controlar durante este lunes, tal como estaba previsto inicialmente, sino que habrá que esperar, al menos, hasta este martes.

Así lo han informado a Europa Press fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente y Movilidad, que han señalado que en 30 minutos dejarán de operar por falta de visibilidad los 12 medios aéreos que están trabajando en las labores de extinción de las llamas (tres Canadairs, cinco helicópteros (tres del Ibanat, uno de Emergencias y uno de la Unidad de Emergencias del Ejército), tres aviones del Ibanat de carga en tierra y uno de observación).

No obstante, han indicado que durante toda la noche, continuarán trabajando para apagar las llamas los 300 efectivos terrestres, de los cuales 103 pertenecen a la Unidad Militar de Emergencias (UME), si bien se irán estableciendo turnos, con el fin de que puedan ir descansando.

Las citadas fuentes han indicado que hay zonas inaccesibles desde tierra, por lo que no será hasta este martes cuando los medios aéreos puedan apagar estas llamas. Concretamente, los medios aéreos y terrestres están tratando de apagar los dos focos incontrolables, situados al sur y al este de Benirràs, en la zonoa de S'Arraca, si bien la Conselleria insiste en que será imposible controlarlos a lo largo de este lunes, a pesar de lo que había anunciado el conseller de Medio Ambiente y Movilidad, Gabriel Vicens.

Así, han explicado que ha sido imposible controlar estos focos, que no afectan ninguno de ellos a la zona de viviendas, debido a que el viento está siendo variable, por lo que el incendio va cambiando de rumbo.

Pese a que el incendio sólo afecta a una zona muy espesa de pinar, esta tarde los servicios de emergencias han tenido que desalojar seis viviendas para proteger a sus ocupantes del fuego, lo que se suma al desalojo de otros 20 inmuebles y a la de un hostal, que se llevó a cabo con anterioridad por cuestiones de seguridad.

La principal hipótesis de este incendio, originado este domingo, es que se originó tras la explosión accidental de uno de los coches aparcados cerca de la cala de Benirràs, que comenzó a caer por un torrente, incendiando a 23 vehículos más, cuyos neumáticos también explosionaron, como consecuencia del calor causado por las llamas.

El incendio impidió a las 1.500 personas que estaban celebrando la 'fiesta de los tambores' en la cala y bañándose en el mar desalojar la cala a pie, por lo que tuvieron que ser rescatados por barcas en el agua. Vicens ya ha advertido esta mañana de que el incendio no se extinguirá hasta dentro de "uno o dos días".