Tarragona suaviza la prohibición de entrar con vehículos en el centro histórico por las críticas

El Ayuntamiento de Tarragona ha decidido flexibilizar la prohibición de entrada de vehículos al centro histórico tras las críticas sobre el proceso de peatonalización de la Part Alta, que incluso ha motivado una recogida de firmas, y después de reunirse con los agentes sociales y económicos implicados.

El Ayuntamiento de Tarragona ha decidido flexibilizar la prohibición de entrada de vehículos al centro histórico tras las críticas sobre el proceso de peatonalización de la Part Alta, que incluso ha motivado una recogida de firmas, y después de reunirse con los agentes sociales y económicos implicados.

El concejal de Movilidad, Carles Castillo, ha anunciado que se permitirá la entrada, sin restricciones, a los vehículos de dos ruedas, taxis y servicios de urgencia, incluido el reparto de medicamentos a las farmacias y clientes que muestren las recetas correspondientes.

Desde principios de agosto la Policía Local se limita a informar a los conductores, aunque a mediados de septiembre comenzará a sancionar con multas de hasta 200 euros para las infracciones graves.

Además se amplía el horario de carga y descarga —de 6 a 12 horas— y entrega de compras a domicilio —de 6 a 12 y de 18 a 20 horas—.

Los servicios de asistencia técnica podrán circular previa solicitud —por teléfono o Internet— con 48 horas de antelación, al igual que los vehículos de las floristerías que asisten las ceremonias de la Catedral.

Los comercios dispondrán de tres tarjetas de libre circulación para sus vehículos y dos más a disposición de clientes y proveedores. Los restaurantes llegaron recientemente a un acuerdo para ofrecer a sus comensales dos horas en los aparcamientos de Torroja y Saavedra al precio de un euro.

Según Castillo, han realizado el mayor esfuerzo para crear "un traje a medida" en la regulación del tráfico en el casco antiguo, "que siempre genera contestación en un primer momento, pero que será beneficiosa a medio plazo, como en casi todas las ciudades europeas". "Nosotros —ha reflexionado— también tenemos que ser capaces de cambiar de mentalidad".

Ha recordado que la urgencia de esta medida viene dada por las obras junto a la muralla romana, que cortarán uno de los viales de circulación más importantes, y ha advertido de que no están dispuestos "a tener más de 6.000 coches en el corazón del centro histórico". "Quiero recordar que al término de dichas obras se abrirá un circuito perimetral libre para todos los vehículos", ha expresado.

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