El empleado de Inusa, de 34 años, comenzó su reivindicación tras ser despedido el pasado 27 de febrero, en un primer momento con una protesta frente a Inusa, y, posteriormente, con una huelga de hambre que comenzó el 6 de junio y se prolongó durante 65 días.

En declaraciones a Europa Press, Sánchez ha indicado que el pasado 9 de agosto desde la empresa, que se reunió con el comité de empresa para abordar su situación, le telefonearon para anunciarle su readmisión en Inusa a partir de los meses de diciembre o enero de 2011.

Así, el empleado ha mostrado su "satisfacción" al recuperar su puesto de trabajo después de cerca de dos meses de ayuno voluntario, con el que ha perdido unos 26 kilogramos, aunque ha indicado que ha "pagado un alto precio", puesto que su estado de salud es "delicado".

En los últimos días de su protesta sufrió "importantes recaídas" como consecuencia de la huelga de hambre y tuvo que ser hospitalizado en varias ocasiones al padecer desfallecimientos y vómitos.

"Ahora estoy reposando en casa", ha detallado el trabajador, que ha asegurado que, en estos momentos, le importa más su recuperación por el desgaste físico sufrido, que haber logrado que le readmitan en la empresa.