El espectáculo 'Cardio Tour' del cantante Miguel Bosé protagonizará la noche del lunes y en el marco de las fiestas de Sant Magí la inauguración oficiosa de la Tarraco Arena Plaza (TAP), una antigua plaza de toros reconvertida en el mayor recinto cerrado de la ciudad, con capacidad para 9.500 espectadores.

Bosé presentará su último trabajo, que incorpora una fusión de ritmos electrónicos, con una imponente escenografía y la última tecnología digital. El evento llegará a Tarragona tras la buena acogida que ha recibido en Colombia y México, y pese a los problemas en las cuerdas vocales que le han hecho retrasar alguna fecha de su gira.

La Diputación de Tarragona ha cedido gratuitamente el recinto, en cuya remodelación integral ha invertido más de 18 millones de euros, y también lo ofrecerá durante fiestas mayores de Santa Tecla, en septiembre, o el Concurso bienal de Castells, en octubre.

Según los organizadores del concierto, la venta de entradas se mantiene a buen ritmo, lo que permite augurar un evento multitudinario, el primero de estas características desde que está operativa la nueva cubierta retráctil de la TAP, que ya fue visitada por más de 6.000 personas durante dos días de puertas abiertas.

Remodelación de la plaza

El elemento más singular de la remodelación es esta cubierta situada a 32 metros de altura de 92 metros de diámetro exterior y 40 de diámetro interior, cuyas 980 toneladas están sustentadas una estructura de micropilotaje para no afectar a la arquitectura modernista original de la plaza, construida en 1883.

Sobre esta cubierta fija se sitúa una de retráctil, segmentada en dos partes, que se abre en 12 minutos en un diámetro de 40 metros. Una claraboya central de 10 metros de diámetro ilumina el TAP cuando la cubierta está cerrada. "No hay ninguna obra de ingeniería de estas características que soporte unas dimensiones tan grandes", han resaltado fuentes de la Diputación.

Tras el concierto de Bosé, llegan los actos más tradicionales y populares como la 'sindriada', en la que se repartirán mañana más de 1.600 rodajas de sandía, o la 'revetlla remullada', el miércoles, con una 'batalla' campal acuática donde se rocían 35.000 litros de agua no potable, como preludio de la verbena tradicional en la Plaça de la Font.