Trib.Condenados en Valladolid a penas que suman más de 9 años cuatro de los seis detenidos en la operación 'Piña Verde'

Las dos camareras, una de ellas novia de un hostelero condenado, han quedado finalmente absueltas

La Audiencia de Valladolid impuso un conjunto de penas que suman más de nueve años de cárcel a cuatro de las seis personas detenidas en marzo de 2009 en la denominada 'Operación Piña Verde', entre ellas el propietario del bar 'Razza' de Pedrajas de San Esteban, David B.R, sobre el que recayó la condena más dura, en concreto cinco años y un día de privación de libertad, frente a los once que había solicitado para él la acusación pública, y el cierre temporal de su establecimiento por espacio de dos años.

En su fallo, la Sala, amén de la condena impuesta al propietario del 'Razza', al que halla responsable de un delito de tráfico de drogas de las que causan grave daño a la salud cometido en establecimiento público, aunque le aplica como atenuantes su condición de drogodependiente y el haber iniciado tratamiento de deshabituación, consideró también culpables, aunque en este caso de traficar con marihuana, a José Luis H.G, Pedro Luis M.G. y Jonathan C.A, sobre los que recayeron condenas de un año y cinco meses de privación de libertad, frente a las penas de dos años que el fiscal había pedido para el primero y los cuatro años que interesaba para los dos restantes, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

En el caso de estos dos últimos, la Sala les absuelve del delito de tráficar con cocaína, si bien les condena, al igual que a José Luis H.G, por 'pasar' marihuana. Ambos, tanto Pedro como Jonathan, quienes se encontraban en prisión, fueron puestos hoy mismo en libertad por orden de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia vallisoletana.

Al margen de estas condenas, que incluyen las correspondientes multas, el tribunal vallisoletano acordó absolver a las jóvenes Laura H.S. y Mónica M.A, camareras del 'Razza', la primera de ellas, además, pareja sentimental de David B.R, frente a la pena de 9 años de cárcel y una multa de 12.000 euros que el fiscal había pedido para cada una de ellas.

Durante el juicio, los seis acusados, cinco de ellos vecinos de Pedrajas y uno de Medina del Campo, negaron dedicarse a la venta de drogas, aunque todos los varones reconocieron consumir cocaína o marihuana, sustancias intervenidas tras sus detenciones en marzo de 2009.

En este sentido, el hostelero de Pedrajas y propietario del 'Razza', David B.R, de 35 años, reconoció tener un problema "grave" con la cocaína, la cual consumía habitualmente, y afirmó que los casi 102 gramos hallados en su vivienda y el bar de su propiedad eran para su propio consumo, entre 10 y 20 gramos a la semana, en ocasiones para "aguantar" el ritmo de trabajo.

Precisamente, añadió, esta adicción le había costado muchas discusiones con su pareja, Laura H.S, que le recriminaba por su consumo de cocaína y también de marihuana.

El joven explicó que el dinero que ganaba salía del bar, en el que obtenía entre 5.000 y 6.000 euros netos al mes con los que hacía frente a varias hipotecas y préstamos personales y con los que adquirió un coche y una vivienda. Precisó también que el dinero encontrado en su vivienda, cerca de 16.500 euros, procedían del bar y lo tenía para pagar parte de una reforma que había realizado meses antes, motivo por el que el establecimiento había permanecido cerrado.

Otro de los acusados, Jonathan C.A, de 24 años, se declaró amigo del hostelero, con el que compartía aficiones como los karts, y al que ayudaba de vez en cuando en el bar. El joven aseguró que consumía marihuna, sustancia de la que se encontraron 150 gramos en su domicilio, y aclaró que la plantaba y algunas veces la compraba, pero negó vender cualquier tipo de droga o conocer que el propietario del bar lo hiciera.

En la misma línea se expresó Pedro Luis M.G, de 42 años y vecino de Medina del Campo, carpintero en paro y consumidor de marihuana al que se le incautaron casi 400 gramos de esta sustancia, de la que fumaba unos 25 gramos a la semana, y cerca de seis de cocaína (consumía 0,5 gramos diarios).

El acusado, de quien el fiscal entendía que colaboraba en la mezcla y distribución de la droga, afirmó que él mismo plantaba marihuana y compraba la cocaína a un gitano en Medina, aunque prefirió no decir a quién por su "seguridad" y la de su familia.

El cuarto varón procesado, José Luis H.G, de 47, también negó dedicarse a la venta a drogas aunque en su vivienda se hallaron más de 800 gramos de cannabis sativa que, como así, alegó que eran para su propio consumo.

A pesar de las negativas de los acusados, los guardias civiles que declararon en el juicio dejaron ver que las conversaciones que mantenían los jóvenes a través de los teléfonos móviles intervenidos hacían sospechar que se dedicaban al tráfico de drogas. Sin embargo, aunque sí vigilaron el entorno del bar 'Razza' y la vivienda de David B.R, no presenciaron una transacción de droga ni interceptaron a alguno de los supuestos compradores, ya que no entraron en el establecimiento. LOCAL,

Bajo investigación

La detención de los jóvenes se produjo como consecuencia de las investigaciones desarrolladas tras detectarse un incremento de las denuncias por consumo o tenencia de estupefacientes en la vía pública registrado en Pedrajas de San Esteban y tener conocimiento de la posibilidad de que en el bar 'Razza', sito en la Ronda de Santana de la localidad, pudieran estar llevándose a cabo actividades relacionadas con el tráfico de drogas.

Así, las vigilancias montadas en los alrededores del bar permitieron comprobar que a última hora de la tarde el establecimiento registraba un trasiego constante de personas que entraban y salían al poco tiempo. Ello, unido al hecho de que el propietario, David B.R, llevaba un nivel de vida sospechoso—poseía un vehículo de alta gama y varios bienes inmuebles a nombre de familiares—y no acorde a la explotación de su negocio hostelero, que había permanecido cerrado varios meses en 2008, condujo a los investigadores sobre la pista de que su fuente de ingresos pudiera estar relacionada con alguna actividad ilícita.

Los funcionarios participantes en la 'Operación Piña Verde', con la autorización judicial, practicaron diversas intervenciones telefónicas cuyo contenido "críptico"—utilizaban términos del tipo "cartuchos", "pincho", "camisetas blancas" o "playeras"—permitieron confirmar, tal y como sostenía el fiscal, que David B.R. vendía a terceras personas cocaína y marihuana en el bar que explotaba y en su domicilio, en Pedrajas de San Esteban, para lo cual, según entendía probado, contaba con la participación activa de los otros procesados.

Ante ello, el 20 de marzo del pasado año, con colaboración de efectivos de la Compañía de la Guardia Civil de Medina del Campo —Puestos de Íscar y Medina del Campo—, se practicaron cinco registros judiciales, cuatro en Pedradas de San Esteban, uno de ellos en el citado bar, y otro en Medina del Campo, en los que se procedió a la detención de cuatro de los imputados y se intervinieron gran cantidad de sustancias estupefacientes, vehículos, dinero en efectivo, básculas de precisión, teléfonos móviles y dos vehículos.

En su día, la Guardia Civil destacó que con esta operación se logró desmantelar una de las más importantes redes de distribución de drogas de la provincia de Valladolid, ya que distribuían sustancias estupefacientes mediante venta de dosis al por menor en lugares de esparcimiento de jóvenes.

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