El escultor granadino Miguel Barranco ha ideado un sistema para recolectar chapapote en el mar y reciclarlo, facilitando así las labores de limpieza del crudo en caso de accidentes como los ocurridos recientemente en Dailan (China) y en el Golfo de México, donde se ha producido el mayor vertido accidental de la historia.

El Parque de las Ciencias ha acogido este miércoles la presentación de este mecanismo que, según el inventor, tiene ventajas no conocidas en los procedimientos diseñados hasta el momento, como unas dimensiones reducidas que permiten su traslado en cualquier barco y la posibilidad de estar funcionando las 24 horas del día gracias a una bomba y un motor hidráulico.

Además, el aparato es capaz de seleccionar la parte viscosa del crudo y discriminar el agua, ofreciendo la posibilidad de recoger residuos en la superficie y almacenarlas en bolsas flotantes que hacen más sencillo y limpio el traslado y reciclaje del chapapote.

La idea de crear el recolector surgió tras el accidente del Prestige, desde entonces su autor ha ido perfeccionado el mecanismo hasta el desarrollo de este sistema que ya tiene patentado.

"El aparato sirve para atrapar el material más viscoso, las grandes masas de crudo que se recogen a mano en las playas, ahorrando tiempo y de forma mucho más limpia", explicó Barranco, quien añade que, su recolector tiene otra función de gran utilidad en las playas, y es que también está preparado para "recoger medusas".

El mecanismo es sencillo: está conformado por un tornillo sin fin que traslada la masa de crudo hasta las bolsas flotantes de reciclaje gracias a la fuerza del motor y la bomba hidráulica.