España, a salvo de la crisis del gas desatada en Europa del Este, de momento

España no recibe gas de Rusia "porque está muy lejos y el traslado es muy caro", ha señalado la Asociación Española del Gas (SEDIGAS). Aunque todavía no está claro cómo influirá en toda Europa los cortes en el suministro que está aplicando Rusia a Ucrania y otros países, en principio nuestro país no se verá afectado por la crisis gasista, ni en suministro ni en precio.

El monopolio ruso Gazprom cortó el primer día del año sus envíos de gas ruso a Ucrania, país al que exige 230 dólares por mil metros cúbicos de gas frente a los 50 dólares que pagaba hasta ahora, lo que ha provocado problemas de suministro a algunos países de la UE como Austria y Hungría.

"Éste no es el caso de España, pero se trata de una primera valoración de urgencia, porque el consejo de SEDIGAS no ha tenido tiempo de reunirse para analizar la situación", ha explicado el secretario de la asocicación, Joan Pons.El secretario de SEDIGAS explica que el grueso del suministro de gas de España depende de países como Libia y Argelia y que el 60 por ciento del carburante que consume el mercado español es gas natural licuado (GNL),

un tipo de combustible que no exporta Rusia.

"Al depender tanto del GNL, ni las reservas ni el precio final del gas afectarán a España a corto plazo y para que ello finalmente pasara, la crisis debería alargarse cuatro o cinco años", señaló Pons.

Lo compramos a Argelia

Para Joan Pons, "en la zona de Argelia y el Mediterráneo, los costes del transporte del GNL son inferiores y los de regasificación están más optimizados, y lo que podría alterar los precios es que Estados Unidos está entrando en el mercado del GNL".

La empresa SEDIGAS agrupa, entre otros, a empresas de aprovisionamiento, almacenamiento, transporte, distribución y comercialización de gas canalizado y a proveedores de equipos.

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