La directora general del Libro, Archivos y Bibliotecas de la Junta de Andalucía, Rafaela Valenzuela, ha afirmado que los ajustes económicos afectan a todos, y los programas de fomento de la lectura diseñados por el Centro Andaluz de las Letras (CAL) y los clubes de lectura "no pueden zafarse de esos recortes, si bien ha resaltado que su versatilidad y la colaboración con las editoriales andaluzas disminuye el efecto de éstos".

En una entrevista concedida a Europa Press, Valenzuela ha resaltado a este respecto que la flexibilidad de los autores colaboradores, consciente de la situación, así como la relaciones con otras instituciones, permiten diseñar planes que se ven alterados "muy poco" por los efectos de los recortes.

Los clubes de lecturas, el ciclo Letras Capitales, los circuitos itinerantes literarios o los programas de dinamización son algunas de las iniciativas llevadas a cabo por la Consejería de Cultura para el fomento de la lectura entre los habitantes de la comunidad. En este sentido, Valenzuela ha apuntado que en la actualidad se desarrollan programas eficaces y poco costosos con los recursos básicos del CAL. Asimismo, ha abogado por "optimizar al máximo los recursos, así como llevar al máximo la colaboración con las editoriales".

Del mismo modo, ha afirmado que están programando "un plan sin que se note la merma", aunque ha aceptado que "siempre habrá que renunciar a eventos más costosos, porque no es el momento". Además, ha manifestado que en el ámbito de la lectura se tiene "buena planificación y base, por lo que los recortes tendrán un impacto menor".

Al fondo de títulos con el que ya cuenta el Centro Andaluz de las Letras para que sea usado en el circuito itinerario y en los clubes de lectura, se le sumarán títulos nuevos, según ha adelantado. Además, ha resaltado la labor de colaboración de la administración andaluza con bibliotecas municipales, casas de cultura y asociaciones, lo que ha denominado como "geografía de la lectura".

Como dato relevante en cuanto a la relación entre escritores y lectores provocados por los clubes de lecturas, Valenzuela ha explicado que los programas finalizan con un encuentro regional o provincial en el que ya han participado personalidades como Almudena Grandes, José Antonio Marina o Rosa Regás. Por otro lado, ha comentado como en la Feria del Libro de Córdoba, los autores que asisten de la mano de la Consejería de Cultura lo hacen a petición de los participantes en los clubes de lectura.

Por otro, ha adelantado que en septiembre se publicará un boletín de las bibliotecas andaluzas en cifras, donde se recogerán el números de usuarios, apuntando que en la actualidad la red cuenta con 10 de millones de visitas, las colecciones, es decir, las cifras, que puestas "negro sobre blanco", indican el "estupendo", momento del sector.

Nueva realidad,

Nuevos barómetros

Según los resultados del último Barómetro de hábitos de lectura y compra de libros de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), patrocinado por la Dirección General del Libro, Archivo y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, Andalucía es la comunidad autónoma española con el segundo índice de lectura con un 50,2 por ciento, superando sólo a la región de Extremadura, que cuenta con el 49,4 por ciento. Además, la comunidad andaluza se quedaba a 4,8 punto por debajo de la media nacional. A este respecto, la directora general del Libro, Archivos y Bibliotecas, ha indicado que en el último encuentro a nivel nacional con el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura se acordó introducir nuevos parámetros para afrontar la lectura de la sociedad a través de nuevos soportes.

De esta manera, según ha comentado, el próximo encargo a la FGEE sobre el Hábito de Lectura y Compra de Libros va a incidir en los índices de lecturas en los nuevos soportes, pues "me cuesta trabajo pensar que un chico que se encuentra durante el día en la pantalla del ordenador no se le considere lector, pues la idea clásica de la lectura ha cambiado", ha confesado.

Las nuevas variables que se introduzca, según Valenzuela, serán "más fidedignas con la realidad lectora actual, que poco tiene que ver con la de hace 20 años". En este punto, ha afirmado que, al igual que en la prensa se tiene en cuenta la edición digital, en la lectura de obras literarias habrá que incorporar a los lectores digitales, pese a ser consciente de la "dificultad de recopilar datos de la red".

La directora general se mostró optimista con respecto a que estos nuevos datos, que se prevén ofrecer ya en 2011, pues en la actualidad se cuenta con una red de bibliotecas importantes con 800 instalaciones, todas ellas informatizadas.

Por otro lado, y como herramienta que le hace ser optimista, Valenzuela ha apuntado que Andalucía es una de las primeras comunidades que creó el Observatorio Andaluz de la Lectura, dirigido por el profesor José Antonio Marina, institución que ha emprendido estudios como la historia de la lectura pública en Andalucía, planes municipales lectores que hay en marcha, los usos de las nuevas tecnologías aplicadas al fomento de la lectura o el propio barómetro de la lectura con sus indicadores.

En este sentido, ha matizado que el barómetro efectuado por el Observatorio Andaluz de la Lectura, al usar los mismos parámetros que el nacional, podrá permitir comparar los datos y las observaciones realizadas. Al contar con un informe propio, según ha precisado, que incida en los estudios pormenorizados por provincias, se comprobará datos "reveladores", como que "hay provincias que no alcanzan la media, pero otros que superan como es el caso de Sevilla".

Así, ha asegurado que se trata de una herramienta para "acercarnos a la realidad" y conocer nuevos datos, si bien, según ha apuntado, el modelo de lector medio andaluz ya se tiene, a grandes rasgos, "mujer de mediada edad, con estudios universitarios y que vive en una gran ciudad", leyéndose menos en pequeños núcleos rurales, por lo que ha reiterado que la apuesta de los programas de fomento tienen que centrarse en clubes de lecturas, circuito literario, dinamización de lecturas y planes de mejoras de bibliotecas en ciudades menores de 50.000 habitantes".