Un 68% de la flota de autobuses de transporte urbano, compuesta por 116 vehículos, ofrece facilidades de acceso a las personas con discapacidad física. Esto incluye tanto los buses con rampa electrónica, de los que ya se incorporaron doce el pasado año, como los de plataforma baja.

Mejor con rampa

Sin embargo, la visión de los que cada día tienen que coger el autobús y poseen alguna minusvalía es diferente. Según la Confederación Galega de Minusválidos (Cogami), los vehículos de plataforma baja no son los más adecuados para el acceso de una persona en silla de ruedas, sino que es necesaria la rampa electrónica.

A pesar de este obstáculo, la situación del transporte público «ha mejorado bastante», explica Ángel Holguera, presidente de Cogami en la provincia de Pontevedra. Según los datos del colectivo, en Vigo hay unas 23.000 personas con minusvalía física y en la comarca, unas 31.700.

Adaptación obligatoria

El proceso de adaptación de los autobuses urbanos de Vigo a las personas con discapacidad no acabará con estos doce nuevos vehículos. Todas las nuevas incorporaciones a la flota deberán facilitar el acceso a las personas de este colectivo.

Una línea de bus especial

Desde 1996, Vitrasa cuenta con un servicio especial para las personas que no pueden utilizar el transporte convencional. El vehículo PMR cuenta con una capacidad para siete personas en silla de ruedas y otras cinco sentadas. Permite el transporte a centros de rehabilitación, ocupacionales o médicos, pero tiene que ser solicitado con 24 horas de antelación. Hasta el mes de agosto, fue usado por 3.347 personas, 407 más que en el mismo periodo de 2004.