La copresidenta de los Verdes Europeos, la eurodiputada Monica Frassoni, desconfía de que la instalación de la futura planta de valorización energética, la llamada incineradora de Cogersa, pueda conseguir la pretendida financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI) porque "ni siquiera se ha presentado el proyecto". Por ést y otros motivos, confía en que la UE acepte el recurso que contra este proyecto su formación ha presentado ante la Comisión de la Comunidades Europeas por Incumplimiento del Derecho Comunitario.

La alegación fue presentada públicamente hoy en rueda de prensa por este partido, en la que compareció la propia Frassoni, acompañada de la jurista y concejal verde en el Ayuntamiento de Mieres, Olga Álvarez García. En la cita, también dieron a conocer otros dos recursos presentados, esta vez, ante el juzgado de los contencioso administrativo de Oviedo.

Para la eurodiputada italiana "no se sabe cuál es el proyecto ni el coste, por lo que es muy difícil que el BEI conceda el crédito". "El BEI no financia por cosas que no tienen proyecto. La presentación del proyecto todavía no está lista y cuando la presenten tendrán que responder de manera pública a una serie de cuestiones", que consideró defectos de la iniciativa. "Es muy difícil que el BEI pueda conceder este crédito", reiteró.

Recordó en este sentido que Los Verdes el año pasado lograron "acceso y capacidad de impacto" sobre los criterios para dar estos fondos. "Tenemos los medios a nivel europeo para defender esta queja", adelantó.

La falta de financiación es uno de los motivos por los que la representante europea cree que la UE admitirá el recurso de los verdes. Otro es la "violación del derecho comunitario". Señaló la "jerarquía establecida en la nueva directiva marco de tratamiento de residuos en 2008, que no es una amigable sugerencia, sino vinculante como ley". En ella se señala que la incineración está "en la cuarta posición sobre cinco alternativas posibles". Además, "cuando se habla de valorización energética, se habla de instalaciones que tengan una capacidad del 60% de recuperación energética, por lo que habrá que ver si esta incineradora tendrá o no tendrá esta capacidad de recuperación". "Si no, estará todavía más fuera de la ley comunitaria", añadió.

Incompatible con el reciclaje

La europarlamentaria negó que la incineradora de Cogersa sea compatible con políticas comprometidas de reciclaje. "Si se hace después de la puesta en macha de políticas de recuperación y reciclaje, el impacto sobre estas políticas es negativa", añadió. Puso como ejemplo el caso de su ciudad, Brescia (Italia) que "tiene una de las más avanzadas. Antes tenía un 30% de reciclaje, y ahora tiene el mismo, pero el reciclaje urbano es más bajo", señaló.

La incinerada "reduce la capacidad de reducción, reciclaje y recogida selectiva, y para tener una rentabilidad económica se ha de aumentar de forma desmesurada la cantidad de residuos pactados", señaló Frassoni. Así, recordó que en esta localidad se pactaron 150.000 y ahora estamos en 500.000 toneladas. Para tener que rentabilizar se tienen que importar residuos. "Para darle de comer se necesitan más residuos", matizó, señalando que en Austria y Alemania se están importando residuos no tratados de otras zonas como Nápoles.

"En Alemania y Austria hay incineración y reciclaje, porque la construcción empezó antes de las políticas de reducción y reciclaje, serias. En muchas regiones hay incineradoras que ya no pueden comer porque no tienen residuos, pero están amortizadas porque son muy viejas", concluyó.