Además de Juan (trompeta) y Víctor (saxo tenor), en su nuevo trabajo están Elisabet Raspall, Pere Loewe y Caspar St. Charles, los músicos con los que forman su quinteto de jazz instrumental.

¿Es más fácil vivir de la música fuera de Bilbao?

Sí, sobre todo de este tipo de música.

Hacen jazz, pero ¿cuál?

Diferentes tipos de jazz. Es una música que está en continua evolución y tocamos con formaciones diversas.

¿Y con De Diego Brothers?

Lo que hacemos son temas de los setenta, cuando se empezó a mezclar con el funky y el bogaloo. Adaptamos temas de compositores de esa época.

¿Cómo se convirtieron en quinteto?

En 1993 montamos el grupo con base rítmica. Nos juntamos con contrabajo, batería y piano. Después hubo un parón en el grupo. Juan empezó a grabar cosas suyas y yo, mías, y de repente salió este proyecto de la Bilbaína Jazz Club.

¿Qué ha supuesto?

Después de quince años, es la primera vez que grabamos en directo un disco. Nos lo encargó Bilbaína Jazz Club y para nosotros es un orgullo muy grande y una alegría inmensa.

¿Por qué cree que el jazz tiene tanto público?

¿Tanto? El jazz tiene un público escaso y militante. La gente consume morralla a saco, tanto de cine como de música... está macdonalizada. El jazz siempre ha sido de minorías.

¿Cómo tendría que ser Bilbao para que volvieran?

Musicalmente tendría que cambiar bastante. Tenemos mucho apego a nuestra tierra, pero la actividad musical que hemos desarrollado en Barcelona aquí no hubiéramos podido. Allí es donde está la música creativa.

Bio

Juan, de 37  años, es el 50% de los hermanos De Diego, instrumentistas de jazz bilbaínos que desde hace años viven en Barcelona. Juan toca la trompeta y Víctor, el mayor, es saxo tenor. Conocidos del mundillo musical de la capital, han grabado en solita-

rio: el reciente, Oraindik Ametsetan, de Víctor, en un cuarteto de jazz moderno, y el experimental Kea, con Juan de Diego Freaky Trio. Su primer directo lo han grabado juntos y en Bilbao.