Expertos ponen de manifiesto la capacidad de "autocuración" a través del sistema inmune de las personas

Aseguran que "la gente optimista, que se lo toma todo bien, tiene muchas más cartas para poder vivir una vida más larga y sana"

Diversos expertos se reunieron hoy en Ronda (Málaga) para manifestar la relación existente entre el sistema inmune y el estado de salud de las personas. Por este motivo, el sistema de creencias y la manera de interpretar las cosas puede dirigir la capacidad de curación, a través del envío de fuerzas desde nuestra fisiología hasta esa articulación, enfermedad o tumor que envía un determinado mensaje.

De esta forma, "participamos de una manera activa en el proceso de salud y enfermedad en el que estamos en cada momento", explicó hoy el médico y psicólogo del hospital Verge de la Cinta (Tortosa) Tomás Álvaro durante el curso de verano 'Vivir desde la conciencia plena. Una visión científica', organizado en la localidad malagueña de Ronda por la Universidad de Málaga (UMA).

Así, se refirió al sistema inmune como un "sistema particular" que permite "enlazar" las emociones, sentimientos y pensamientos, lo cual se traduce en la fisiología de las personas. Eso, explicó, "sucede a través del llamado 'triángulo de equilibrio homeostático' que no es más que la relación que hay entre nuestro sistema nervioso, nuestro sistema endocrino y nuestro sistema inmune".

En este sentido, destacó que lo más importante está "en cómo nosotros tenemos la llave para poder modular nuestro sistema inmune, del que depende nuestro estado de salud y enfermedad".

De esta forma, el director puso de manifiesto la radioactividad que existe tanto en los pensamientos como en las emociones, así como la capacidad del sistema inmune para recoger ese estímulo. Así, explicó que "cuando estás triste no estás triste sólo tú, sino que también lo están tus riñones, tus huesos y tu sistema inmune". Por el contrario, "cuando estás bien, te encuentras en un estado armónico, de equilibrio, de forma que tu corazón y tu sistema inmune también lo están", aseguró.

Por este motivo, el cuerpo se convierte en un reflejo de las experiencias. "Es el tiempo condensado de toda tu vida", lo que provoca que "cada vez que vivas algo, se produzcan una serie de cambios en tu sistema inmune, que responde de forma automática y que le llega a todo tu organismo", explicó.

De esta forma, Álvaro manifestó la cohesión entre "todas las cosas que nos pasa, que vivimos, que comemos", lo cual lo recoge tanto el sistema inmune y como el propio cuerpo. En este sentido, apuntó que "no hay cosa más tóxica para nuestro organismo que el veneno de la depresión, de nuestra agresividad, de nuestro descontento". AUTOCURACIÓN

Por su parte, el catedrático de la Universidad de Málaga Pedro Fernández-Llebrez aseguró que "somos responsables de nuestro propio bienestar en una medida mucho mayor de lo que creemos", a pesar de que muchas veces los individuos confían en los fármacos, en otras personas y en otras circunstancias exteriores. En este sentido, manifestó el gran poder de la mente, incluso, para la autocuración, así como la necesidad de educar a las personas en el "saber meditar y llevar una vida ordenada".

De esta forma, apuntó que el 'efecto placebo' demuestra la capacidad de las personas para curar enfermedades físicas, debido al anteriormente citado 'triángulo de equilibrio homeostático'. Así, explicó que cualquier estado de estrés produce una represión inmunológica que da lugar a una acentuación de enfermedades. "Eso, que es conocido, se puede proyectar en toda la vida", manifestó, "por lo que tenemos la responsabilidad sobre nuestra propia salud".

Por otro lado, Fernández-Llebrez atribuyó la "vida en el planeta tierra" a "un continuo", en el que tienen cabida todas las personas como "seres biológicos", motivo por el que "dependemos unos de otros", aseguró. De esta forma, destacó la importancia del ambiente en el comportamiento de todas las células y, particularmente, las del sistema nervioso. En este sentido, destacó que "un ambiente propicio, tanto exterior como interior, es muy importante para la felicidad, para la supervivencia y para la salud físico-psíquica humana".

Asimismo, explicó que "nuestras células están equipadas de receptores para todos los estímulos que sabemos que ignoramos", en referencia a las radiaciones electromagnéticas y a la energía en general. De esta forma, manifestó la necesidad potenciar esta recepción "para intentar que nuestras células vivan el tiempo que nosotros queremos que vivan y estén en un bienestar que nosotros podamos disfrutar". Así, manifestó que es el propio organismo el que genera esos estímulos.

Por otro lado, el catedrático manifestó la existencia de una interrelación entre algunos procesos físicos o biológicos, como las moléculas, las hormonas, los transmisores, la citoquina y el sistema inmune, y el buen humor. En este sentido, aseguró que tomarse la vida de una manera determinada "es favorable para la curación de enfermedades".

En este sentido, explicó que "uno se puede morir de pena literalmente o puede vivir de alegría", de forma que "la gente optimista, que se lo toma todo bien, tiene muchas más cartas para poder vivir una vida más larga y sana que las personas que son pesimistas o que tienen tendencia a la tristeza que, probablemente, enfermarán con mucho más frecuencia", concluyó.

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