Así lo acordó ayer por unanimidad el Concello Sectorial de Transporte, en el que participan los empresarios del taxi, los grupos políticos municipales y los sindicatos. En 2006 la tarifa de 2,44 euros por bajada de bandera, una de las más baratas de España, habrá pasado ya a la historia.

Los taxistas esperaban con este incremento compensar los gastos por el encarecimiento del combustible. Este factor, según apuntaba a l periódico el presidente de la cooperativa mayoritaria de Vigo, Aurelio Bolaño, antes del cierre de las negociaciones, hizo caer los ingresos un 15%.

Lo próximo, el Vitrasa

Tras la subida del taxi, queda por concretarse el incremento de las tarifas del autobús urbano. Vitrasa quería aumentar un 11,5% sus precios, con lo que el billete ordinario pasaría a costar 1,06 euros, más que en la capital de España.

El Gobierno local ya se ha pronunciado y ha calificado la propuesta de «excesiva». Pero todavía queda por ver cuánto de ese exceso queda en agua de borrajas. Con la tarifa actual, el autobús vigués es 8 céntimos más caro que la media española. También el abono está entre los más caros.