Titulcia, a dos manzanas de la Estrella Polar

  • Ambas son calles del distrito de Retiro y figuran en el callejero de la ciudad, que cumple 175 años y contiene 9.139 vías.
  • Francisco Umbral y Miguel Delibes tendrán una calle en breve.
Una imagen aérea de las calles de Moncloa.
Una imagen aérea de las calles de Moncloa.
Una imagen aérea de las calles de Moncloa.

Los 1.162 habitantes de Titulcia quizá no sepan que su pueblo linda con tierra santa, está en primera línea de playa y recibe la luz directamente de un cuerpo celeste. Para despejar el enigma, basta con echar un vistazo al callejero de la capital, que acaba de cumplir 175 años y que ya suma 9.139 vías, muy lejos de las 600 con las que se inauguró allá por 1835.

Entre ellas, en el distrito de Retiro, está la calle que lleva el mismo nombre que la villa de los titulcianos. No lejos de allí se encuentra la avenida de Nazaret y las calles de Jericó y Samaria. A la vuelta de la esquina se pueden meter los pies en la avda. del Mediterráneo y un poco más lejos, a dos manzanas, el peatón que lo intente logrará vislumbrar la Estrella Polar (en la calle que lleva su nombre) o se sumergirá en la historia de la mano de la Primavera de Praga. Pero para poner los pies sobre el pavimento de la actual capital de la república Checa hay que cambiar de distrito: Moratalaz.

Votación en el pleno

Hortaleza espera también a los amantes del riesgo, y quienes quieran probar suerte es calando Los Andes o el Machupichu tienen que dejarse caer por este distrito, que aglutina buena parte de los nombres americanos del callejero madrileño, aunque los comparte con San Blas y Chamartín.

Pero las calles no se llaman así por casualidad. A las Juntas de Distrito corresponde elevar las peticiones que reciban para nombrar una nueva ronda, plaza o callejón. Y si lo hacen, la decisión última será del pleno del Ayuntamiento de Madrid, que lo someterá a votación.

Entre las últimas denominaciones que han logrado el visto bueno figuran las que serán las futuras calles de Francisco Umbral, Miguel Delibes y Rocío Jurado. Pero no sólo las personas de carne y hueso cuentan con el privilegio de nombrar una vía pública. La calle que recuerda a la entrañable pareja del cómic belga Tintín y Milú está en Barajas y en Tetuán puede pasearse por la calle de otro personaje de ficción (aunque inspirado en uno real): la Dulcinea de El Quijote.

Los amantes del arte tienen una cita ineludible en el distrito de Carabanchel. Allí pueden verse en forma de calles los cuadros de Velázquez Las Meninas, La rendición de Breda, Vulcano (en honor a la fragua) o El Aguador.

Y junto a libros y cuadros, el callejero mira también al cine. Muchas obras del séptimo arte dan nombre a las calles del Puente de Vallecas, donde están, entre otras, Mogambo, Viridiana, La reina de África o La Violetera.

36.000 consultas por Internet

Llevar el callejero en la guantera del coche pasó a la historia. Las guías de papel ceden terreno ante las nuevas tecnologías. Al menos así se desprende de los datos del Consistorio madrileño, que asegura que su servicio de búsqueda de vías públicas a través de Internet recibe cada año más de 36.000 visitas. Sólo hay que entrar en la dirección www.munimadrid.es/urbanismo y seguir la ruta del visualizador.

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