El Consejo de Ministros aprueba el anteproyecto de la Ley de Dependencia

El Consejo de Ministros ha aprobado  el anteproyecto. Estará lista para 2007.

El Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de la ley de Dependencia, que se desarrollará completamente en la próximas dos legislaturas. Ningún español debe quedar desatendido, según este Sistema Nacional de Dependencia.

Y es que la sociedad ha envejecido aceleradamente en los últimos años, mientras que, al mismo tiempo, el papel de cuidador tradicional encarnado en la mujer en el seno familiar ha cambiado en beneficio de su independencia laboral. Dos factores que, combinados, han provocado un vacío asistencial de cara a  las personas que no puedan valerse por sí mismas.

Así  es la ley

1 Grandes, graves y moderados. La ley tiene carácter universal y público. Y divide a los ciudadanos entre gran dependencia (personas que precisan ayuda permanente para realizar las actividades básicas de su vida diaria), dependencia grave (necesitan ayuda dos o tres veces al día) y moderada (ayuda una vez al día). En España, 1.125.000  padecen la grave.

2 Financiación. Se invertirá el 1% del Producto Interior Bruto, más de 8.500 millones de euros al año. Los sufragarán al 50% el Estado y las comunidades, además de una aportación que hará el usuario en función de su renta .

3 Cuidador familiar y trabajo. La medida consagra, al fin, la figura del cuidador familiar, el cual, tras darse de alta en la Seguridad Social, recibirá la ayuda económica. Los sindicatos  aseguraron ayer que que este Sistema creará más de 200.000 empleos.

4 Libro Blanco. A principios de año se presentó el libro Blanco de la Dependencia que establecía las bases de este sistema que reconoce el derecho subjetivo del individuo mediante una ley general. Sólo un 6,5% de las familias en esta situación cuenta con apoyo de los servicios sociales.

5 Más cifras. El 80% de la personas que sufren una dependencia grave tienen más de 65 años. Y sólo un 3,14% cuenta con servicio de ayuda a domicilio; el 2% dispone de teleasistencia y el 0,46% tiene una plaza en un centro. Los mayores de 65 años  representa  el 17% de la población. El 83% de los cuidadores son mujeres, y el 75% no cobran.

Dos vidas sin independencia

María Isabel Sanz

«Mis padres  son los que están más esclavizados»

«Con 18 años me dijeron que tenía esclerosis, aunque hasta el 94 pude andar con muletas. Hacía la vida de una estudiante universitaria, pero tuve que dejar la carrera de Matemáticas a falta de una asignatura. Ahora vivo con mis padres y mi hermano. Todos en casa, sobre todo mis padres, están esclavos de mí porque dependo de ellos. Aunque voy al centro de esclerosis a diario, al cine o a restaurantes, siempre tengo que ir acompañada. Por lo menos, cuando empeoré mi padre ya se había jubilado».

Bio. Tiene 34 años y va en silla de ruedas por culpa de la esclerosis múltiple, enfermedad que le diagnosticaron en 1989.

Agustín Sánchez

«Ahora cuido yo solo de dos personas»

«Al principio, con los primeros síntomas, creía que mi mujer Pilar tenía las pérdidas de memoria normales típicas de la edad, pero desde que le diagnosticaron el Alzheimer ha empeorado hasta llegar a un estado severo. No puedo entenderme con ella y tengo que hacérselo todo. Por si fuera poco, tiene la cabeza del fémur muy mal y está en lista de espera para la operación. Mi vida cambió totalmente porque la enfermedad llegó cuando ya teníamos una edad avanzada. Además, tenemos una hija deficiente de nacimiento y yo nunca me había encargado de los temas domésticos porque trabajaba fuera de casa. Así que ahora tengo dos personas a las que cuidar. Por las mañanas viene una hora una chica del Ayuntamiento a ayudarme y mi hija me echa una mano con la compra y las tareas del hogar. No tengo mucha confianza en que me vaya a llegar más ayuda».

Bio. Agustín tiene 78 años y desde hace cuatro tiene que cuidar de su mujer, de 73. Además, está al cargo de una hija discapacitada psíquica.

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