El juicio no llegó a celebrarse, ya que la defensa del acusado y el fiscal llegaron a un acuerdo para reducir la condena tras haber reparado el daño causado, según Europa Press. El procesado fue contratado en la comunidad del número 12 de la calle Ramón y Cajal y fue destituido el 15 de marzo de 2000. Tras el despido, se negó a entregar los libros de contabilidad que tenía en su poder y fue requerido judicialmente para que los devolviera. Finalmente, dio los de 1999, del que faltaban tres hojas, y 2000, sólo hasta junio. De su análisis se supo que había un descubierto de casi 11.000 euros que incorporó a su patrimonio personal.