El alcalde de Santander y presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Íñigo de la Serna, ha abogado este jueves por que se establezcan criterios de carácter nacional, y no diferenciados por comunidades autónomas, respecto a la normativa a aplicar en cuanto al desarrollo de las energías renovables.

De la Serna, que ha inaugurado en Madrid el curso de formación continua 'Energías renovables y gobiernos locales', organizado por la FEMP, opinó que sería "un disparate" que surjan en España "17 modelos que busquen la autodependencia energética basados en 17 marcos normativos diferentes, lo cual no tiene en cuenta la realidad del país".

En su opinión, "habrá territorios más adecuados para el desarrollo de la energía eólica y otros que serán más aptos para la energía hidráulica", ejemplificó, al tiempo que apuntó que, por este motivo, debería haber una visión de conjunto que garantizara la racionalidad y la eficacia.

En este sentido, consideró "muy positivo" el anuncio del pacto político PP-PSOE sobre el modelo energético en España porque "la energía es una cuestión de Estado que debe quedar al margen de avatares de carácter político" y, por tanto, el acuerdo global da estabilidad a los mercados, al sector empresarial y energético.

De la Serna consideró que la celebración de este curso es oportuna porque, por un lado, ha finalizado el Plan de Energías Renovables 2005-2010 y es el momento de hacer balance sobre el grado de cumplimiento de sus objetivos, y, por otra parte, se está empezando a tramitar el Plan de Energías Renovables 2011-2020.

A juicio del alcalde, no se ha alcanzado el objetivo de producción de energía eléctrica a través de fuentes renovables y el crecimiento de las energías alternativas ha sido "desigual" ya que determinados tipos de energía han crecido a un ritmo muy superior a otros, dijo.

"Se presenta la oportunidad de avanzar en el planteamiento de los objetivos con un reparto modal equilibrado", remarcó De la Serna, quien defendió la necesidad de que, a la hora de definir ese reparto del conjunto de energía que se genera y de qué tipo, haya "una racionalidad" y se sigan criterios científicos "y sin prejuicios ideológicos o que estén fuera del ámbito científico". "Es decir, sin demonizar a priori energías como puede ser la nuclear ni elevar a los altares otro tipo de energías", expuso. AYUDAS

El presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la FEMP también reclamó que se establezcan marcos de estabilidad en cuanto a las ayudas y subvenciones, ya que "la incertidumbre e indefinición" en relación con las ayudas es uno de los problemas en los sectores energéticos.

Al respecto, recalcó que el hecho de que se desconozcan cuánto van a durar estas subvenciones en el sector de la energía eólica o cuándo se va a abrir el sector libre condiciona las inversiones de las empresas del sector y su capacidad de financiación.

De la Serna trasladó la disposición de las entidades locales a adquirir compromisos para combatir el cambio climático, dado que las ciudades se producen la mayor parte del consumo energético y, en consecuencia, de las emisiones de CO2, pero pidió que, al mismo tiempo, a los municipios se les dote de mayores competencias y financiación para poder ejecutar estas medidas.

En su opinión, en el actual contexto económico hay determinadas cuestiones que juegan a favor de la racionalidad en el consumo, como las medidas de ahorro en el gasto o el cambio del modelo productivo, que contribuirá a mejorar la eficiencia energética, pero, por otra parte, ese mismo contexto económico hará "imposible" -dijo— acometer algunas medidas ante la falta de financiación, con unos ayuntamientos que, además, se encuentran "acorralados porque no van a poder recurrir a crédito", denunció.