En Vizcaya hay unos 7.800 locales, de los que el 90% tienen menos de 100 m2. El total de Euskadi es de 15.000 y el 94% tiene menos de ese tamaño. Ello significa que elegirán si permiten o no fumar. El resto decidirán si prohíben o si por el contrario habilitan espacios adecuadamente compartimentados. En este caso, los hosteleros dependerán de la concesión de licencias municipales, de la actitud del propietario si el local es alquilado y del precio de las obras, dijo Gago.

La Asociación de Hosteleros cree que la entrada en vigor de la ley provocará una pérdida económica en torno al 4 ó 5%, por el impacto financiero de las obras, la bajada de la actividad y la menor venta de tabaco. Aun así, Gago transmitió tranquilidad a los hosteleros ya que considera imposible que la ley entre en vigor el 1 de enero, porque el texto contiene artículos que se desarrollarán por normativas autonómicas. «A las comunidades no les da tiempo a prepararse».

Discriminación

Los hosteleros también criticaron la discriminación a la que les somete la ley, ya que sólo disponen de ocho meses para acondicionar sus locales, mientras que el plazo para eliminar la publicidad o patrocinio de productos de tabaco en deportes de motor es de tres años.

Que multen al fumador

Otra de las principales preocupaciones de los hosteleros ante la llegada de la ley antitabaco es que ésta castiga más duramente al empresario que ha tolerado fumar (multas de entre 601 a 10.000 euros), que al propio fumador (30 a 600 euros). «La responsabilidad de fumar debe ser exclusivamente del fumador», dijo Gago, que también rechazó que la nueva norma les convierta en «guardianes de la vida familiar», al ser responsables de evitar la entrada a bares de menores de 18 años.