COAG-A pide la dimensión o cese de Elena Espinosa por ser "un freno" a los intereses del sector agrario

Considera que la presidencia española de la UE ha sido "decepcionante" y "dañina" para el sector agrario

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos en Andalucía (COAG-A) pidió hoy la dimisión o el cese de la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, por ser "un freno" a los intereses del sector agrario.

El secretario de Organización de COAG-A, Eduardo López, explicó que la titular del MARM es "un freno al trabajo que se hace desde Andalucía, con la colaboración de la Consejería de Agricultura y Pesca". En este sentido, apuntó que "de nada sirven nuestros esfuerzos si luego la voz que se oye en Bruselas no los transmite. Eso ha ocurrido con el almacenamiento privado del aceite, con los precios mínimos, con los acuerdos con terceros países.

Esta situación contrasta, según explicó López, con la actitud mostrada por otros países europeos, como Alemania o Francia, que "sí han alzado la voz para defender los intereses de sus productores". "España tiene un vacío de poder político en Europa, mientras Francia tiene a su presidente liderando las reivindicaciones de los agricultores, en nuestro país la ministra parece que no quiere molestar a la Comisión y que se conforma con lo que otros decidan", subrayó.

En ese sentido, COAG-A consideró que la presidencia española de la Unión Europea supone una "oportunidad perdida" ya que, a pesar de las expectativas que había despertado, finalmente "no ha servido para poner sobre la mesa cuestiones importantes para el futuro del sector agrario", como la reorientación de la PAC más allá de 2013, sino que ha sido "contraproducente", ya que durante "este período se ha celebrado la cumbre con Mercosur, que ha servido para relanzar la idea de liberalización de los intercambios comerciales entre el bloque iberoamericano y la Unión Europea".

Respecto al diseño de la futura PAC, COAG-A indicó que es el momento de aportar propuestas, ya que antes de final de año saldrá un primer documento de la Comisión. Por eso, ha editado 20.000 ejemplares del documento 'Una PAC para el futuro', que se está distribuyendo de forma conjunta con la revista 'Labrando futuro', y también por separado. En ese documento, COAG-A explica con detalle cuáles deben ser, a su juicio, los criterios por los que debe regirse la PAC más allá de 2013, y que confluyen en la defensa del modelo social y profesional de agricultura, el mayoritario en Andalucía y en Europa.

"gestionar mejor el presupuesto"

En primer lugar, apuntó que "no se trata de ampliar el presupuesto existente, sino de gestionarlo mejor", para responder a las demandas de la sociedad y a los objetivos de la política agraria. En ese sentido, apuntó que hay que partir de las peculiaridades de la agricultura europea en cuanto a diversidad productiva y tamaño de las explotaciones.

Así, mientras en países de tradición agraria como Estados Unidos la explotación media tiene más de 180 hectáreas, y en Australia, más de 3.000 hectáreas, la explotación media comunitaria es de 22 hectáreas. Este modelo aporta una serie de valores sociales y económicos: una mayor generación de empleo, la protección del medio ambiente o la más racional distribución de la población por el territorio.

Esta realidad diversa, según detalló, debe ser tenida en cuenta a la hora de diseñar la política agraria, por eso "no tiene sentido apostar por una propuesta homogeneizadora como la tasa plana —ayuda lineal, por superficie, independiente del tipo de cultivo y del hecho mismo de producir—".

Por otra parte, señaló que la PAC ha de responder a los objetivos que la sociedad demanda de la agricultura y la ganadería, el primero de los cuales es el abastecimiento de alimentos de calidad en cantidad suficiente.

En este sentido, COAG-A criticó que Europa mantenga un déficit alimentario mientras otras potencias como Estados unidos o Canadá mantienen unas balanzas agroalimentarias equilibradas. "Esta situación, además de debilitar la importancia geoestratégica de la Unión Europea, supone un riesgo de falta de abastecimiento en caso de crisis, debido a la dependencia de las importaciones y a las fluctuaciones en un mercado de fuerte carácter especulativo", señaló.

Para corregir este problema y garantizar que los consumidores europeos puedan disponer en todo momento de los productos básicos para su alimentación, COAG Andalucía consideró "prioritario" que los apoyos públicos estén vinculados al mantenimiento de la actividad.

COAG indicó que los apoyos públicos al sector agrario han de estar directamente condicionados a la generación de empleo, teniendo en cuenta que el 75 por ciento del empleo agrario en Andalucía lo generan las explotaciones de menos de 50 hectáreas, donde se concentra el regadío.

Así, la organización agraria propuso la degresividad como criterio de reparto de las ayudas públicas, de forma que se prime a las explotaciones que generan actividad y empleo, evitando un reparto lineal de las ayudas que lo que hace es consolidar grandes fortunas.

Por último, y respecto al mercado, López recordó que "las últimas reformas de la PAC han desmantelado todos los mecanismos de regulación existentes, dejando a la alimentación indefensa en un mercado dominado por la gran distribución y en muchos casos sometido a intereses especulativos".

Por eso, consideró "necesario" que la nueva PAC cuente con mecanismos de gestión de los mercados actualizados y adaptados a la realidad económica y comercial de cada producto.

Asimismo, detalló que es "preciso" que la nueva PAC garantice el equilibrio en las relaciones comerciales, posibilitando la negociación colectiva en el seno de las organizaciones interprofesionales y permitiendo establecer precios mínimos vinculados a los costes de producción.

Por último, destacó que los acuerdos con terceros países han de estar basados en un principio de equivalencia, es decir, que las condiciones y los requisitos de producción de esos terceros países sean equiparables a los de la Unión Europea.

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