La organización agraria APAG Extremadura Asaja prevé que "pérdidas multimillonarias" esta campaña en el sector del tomate como consecuencia del retraso de su cultivo motivado por los largos periodos de lluvia registrados en la región este año.

Para el presidente de esta agrupación, Bibiano Serrano, durante el mes de agosto se producirá una "aglomeración" de este producto en las industrias transformadoras de la región, debido a que esta temporada su siembra "no ha sido escalonada", como es habitual, debido "al encharcamiento de parcelas" que además ha impedido realizar otras tareas relacionadas con este cultivo como son "la desinsección del terrero" o "el abonado", según precisó.

Las consecuencia de estos retrasos e "impedimentos" para el sector "pueden ser preocupantes" dada la "saturación" de tomates que habrá en las fábricas extremeñas para su transformación, ya que llegarán a estas industrias más de millón de toneladas, que se producen en Extremadura, cifra que convierte a la región en la mayor productora de tomates del país.

Asimismo, Serrano indicó que a las pérdidas derivadas del descenso del precio del tomate respecto al año anterior, que según dijo motivará que se pague a los agricultores este año a "dos pesetas" menos cada kilogramo, también habrá que sumar "las pérdidas multimillonarias" que puede acarrear su excedente.

"Hay tomate que habrá que dejar atrás, esto supone pérdidas económicas para los productores", reiteró. "Esperemos que los problemas de sobreproducción y siembra sin escalonamiento no produzcan las pérdidas que nos tememos que puedan ocurrir" y "esperemos que podamos darle solución a través de las distintas industrias que tenemos en Extremadura", según concluyó el responsable de esta organización agraria.

Bajada de su precio.

Por su parte, los cultivadores de tomate también manifestaron su preocupación al respecto. Así, Federico Solís, de la cooperativa Nuestra Señora de Perales, de Arroyo de San Serván, que cuenta con una parcela de 300 hectáreas dedicada a este cultivo en las proximidades de esta localidad pacense, señaló que la temporada se "presenta buena" salvo por el hecho de que "se amontone el tomate en la fábrica" ya que "por muy bueno que salga, siempre se pierden kilos", indicó.

Este hombre de campo también se quejó de la bajada del precio de este cultivo, al tiempo que apuntó que cada vez les cuesta más sembrar tomateras, debido al aumento de los precios de los productos fitosanitarios y los abonos que emplean para obtener una buena cosecha.

Debido al encarecimiento de esta actividad, según expuso, cada vez son más los jóvenes que "cierran y se marchan" del campo para trabajar en otros sectores.

En la misma línea, su hermano, Ricardo Solís, también agricultor, explicó que cuando se han puesto a plantar esta campaña ha sido "demasiado tarde" para hacerlo, y por ello "se va a retrasar bastante" la cosecha, en la que pueden darse "problemas" y si el otoño llega de forma prematura, según advirtió.

Para este trabajador del campo, cultivar tomates cada vez es "más caro" por los gastos de combustible y otros productos que se emplean en los campos para evitar plagas y prevenir enfermedades. Este agricultor, solicita que se "eche una mano" desde las administraciones "en regular el mercado" del tomate y otros productos agrícolas, ya que según dice de continuar así la situación llegará un momento que los agricultores tendrán "que desistir" y abandonar sus explotaciones