Unos 60 trabajadores de Coasa, según el comité de empresa, se concentraron en las puertas del Parque Tecnológico de Ourense, en el polígono de San Cibrao das Viñas, para expresar su rechazo al expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo que la empresa pretende aplicar a 37 de sus 262 operarios. Con el fin de que la Xunta no autorice esta medida, el comité de personal da "casi al 100%" por segura la propuesta de una huelga de 24 horas que afectaría a los tres turnos de producción.

Esta posible convocatoria se someterá a votación en una asamblea que se celebrará próximamente, una vez que los tres sindicatos con representación —CCOO, CIG y UGT— cuenten con el contrainforme que presentarán conjuntamente al Consello Galego de Relacións Laborais. El presidente del comité, Juan Carlos Sierra, sostiene que "la empresa no tiene problemas económicos", por lo que se mantienen las protestas, que continuarán mañana y pasado, de 14.00 a 16.00 horas.

En la misma línea, el portavoz de CIG en el comité, Rubén Ramos, argumenta que "los economistas del sindicato no ven motivos para la presentación de un ERE, ni extintivo, ni temporal". Además, Rubén Dacosta, en representación de UGT, asegura que hay "acuerdo total" entre los tres sindicatos, que van "a muerte para que no echen a nadie". EMPRESA

Por su parte, la dirección de la fábrica de componentes aeronáuticos explica en un comunicado que las medidas propuestas al comité "permitirían la viabilidad de Coasa al situarla en una situación competitiva". Coasa justifica que se vio "obligada" a recurrir al ERE debido a la crisis financiera que, desde 2007, "influyó muy negativamente en el sector como consecuencia de la disminución de tráfico aéreo, tanto de pasajeros como de mercancías", y a la caída de pedidos de varios modelos que produce.

Para reflejar la situación del sector aeronáutico, Coasa señala que su principal cliente —la compañía brasileña Embraer— ya despidió al 20% de su plantilla. A pesar de ello, la dirección "ha realizado un esfuerzo en la búsqueda de nueva carga de trabajo", que dio como resultado la fabricación de las puertas del tren principal de aterrizaje del avión Airbus A-330. Esta adjudicación, según Coasa, "sirvió para paliar, aunque de forma insuficiente, la caída de otras líneas de actividad".

Otro motivo que maneja la empresa es la caída de pedidos de los modelos Embraer EMB-145 y EMB-170/190; sin embargo, Juan Carlos Sierra replica que los pedidos de la aeronáutica brasileña "están hechos desde el año pasado para un stock muy grande" del que hizo acopio y, en ese sentido, insiste en que el ERE "no tiene ningún fundamento".ALTERNATIVA

En el marco de las negociaciones, que actualmente están "rotas", Coasa propuso al comité la sustitución del ERE extintivo por otro de carácter temporal para un máximo de 70 trabajadores durante el periodo 2010-2012. Los representantes sindicales rechazaron esta alternativa porque pretendían que el expediente fuera "rotativo de toda la planta y por un máximo de cuatro meses, no del personal que ellos quisieran".

Otras propuestas de la dirección consistían en prorrogar hasta 2013 los acuerdos de mejora del convenio con un incremento salarial para los tres últimos años igual al IPC, así como la incorporación de "una cierta flexibilidad de la jornada laboral". Precisamente, la flexibilidad es el principal escollo para el comité, cuyo presidente acusó a Coasa —y al grupo Aernnova al que pertenece— de pretender "disponer de trabajadores a la carta con disponibilidad total" para la empresa.

En declaraciones a Europa Press, Sierra señaló que el comité no se opondría a la flexibilidad, "pero como está regulada en el convenio", matizó, recalcando que "todo es negociable, pero ellos solo imponen".

Para Coasa, la propuesta del comité de personal está "fuera de toda realidad económica y sociolaboral actual del sector e incluso del país". Así, el comunicado cita mejoras salariales que supondrían incrementos de más de 370.000 euros anuales, "que son inasumibles", precisa la dirección de la empresa; crecimientos de determinados conceptos de hasta un 140%, y una reducción de jornada laboral anual de 37,5 horas que el comité atribuye a la aspiración de equipararse en jornadas de vacaciones a las otras plantas que Aernnova tiene en Vitoria y Toledo, Fibertecnic e Icsa, respectivamente.

Por último, mientras que la empresa basa su postura en buscar "soluciones al excedente de personal lo menos traumáticas posibles, intentando garantizar los máximos puestos de trabajo mediante la consecución de nueva carga de trabajo", desde el comité de empresa critican a la dirección de Coasa por "escudarse con cualquier excusa".

Los representantes sindicales destacaron el "éxito" de esta primera concentración, que transcurrió entre ruidos de bocinas, y en la que participaron, según sus cálculos, un 90% de los operarios que no se encontraban en el ejercicio de sus funciones. Este próximo viernes, se celebrará una nueva reunión para valorar el resultado de las primeras medidas de presión adoptadas.