En nota de prensa, la UCE realiza una serie de recomendaciones a aquellos padres cuyos hijos prevean realizar acampadas juveniles, colonias, rutas, campamentos, y que su demanda "crece cada año" pero sin embargo, "no es un juego, precisan de una regulación que vele por la seguridad de los asistentes y por la calidad pedagógica de las actividades".

Así, la UCE recuerda que todo campamento debe contar con la pertinente autorización administrativa, y en él, según establece la ley, los niños deberán ir acompañados siempre de un monitor por cada diez participantes o fracción de estos, mientras que en el caso de Extremadura, "para garantizar una mayor seguridad, es obligatorio disponer de un plan de evacuación".

Las entidades organizadores deberán tener prevista la asistencia médica a los participantes y suscribir seguros de responsabilidad civil y terceros, señala la UCE, quien consideró que "otra de las obligaciones que podrían tener los directores o monitores de ocio" sería evitar que los niños tengan contacto con el alcohol, el tabaco o cualquier tipo de drogas.

Respecto a los campamentos con actividades multiaventura, la UCE alerta de que "la titulación de profesores o monitores a veces no se corresponde con la actividad a desarrollar", ya que según apuntó, "hoy en día es suficiente tener el diploma de Monitor de Ocio y Tiempo Libre y sin embargo, este tipo de actividad debe de ser impartida por un profesional acreditado" por sus propias federaciones.

Firma de un contrato

Por todo ello, la UCE consideró que "lo más importante es exigir la firma de un contrato que recoja de forma exhaustiva" una serie de cuestiones como la identificación clara de la empresa o institución que organiza la actividad así el titular de la misma; asegurarse de que la actividad cuenta con la autorización o comunicación administrativa, y a ser posible de la idoneidad de las instalaciones.

También debe comprobarse la titulación de los monitores; la existencia de un seguro de responsabilidad civil, o la relación detallada y por escrito de las actividades a realizar, incluyendo especialmente aquellas que pudieran ser consideradas de riesgo.

Así, este colectivo aconsejó a los padres que "no firme en ningún caso una autorización paterna genérica e indefinida" y "exija que se detallen de forma clara las actividades para las que da su consentimiento y por qué no deje constancia expresa de aquellas con que no cuenta".