Que dialoguen y resuelvan ellos en lo mucho que les compete y nos atañe, y los jugadores, que hagan fútbol con chispa. Para eso pagamos. Al margen de los grupitos de exaltados, nadie pensaba en resolver el derbi a estacazos, ni en la calle ni en el estadio. Y tampoco hay que matar la chispa del fútbol en un oropel de diálogo galante.
En Balaídos sólo habló el Depor. Pudo salvar el partido un toque de realismo mágico: que Oubiña, el único jugador gallego sobre el campo, se desdoblara y regateara consigo mismo para dar una punta de genuina galleguidad al encuentro. Pero estuvo tan paquete como el resto y los del palco.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios