El Consistorio coruñés de Betanzos expresa su "condolencia" por el asesinato de un emigrante y su familia en El Salvador

Cinco hombre irrumpieron en el domicilio familiar, donde robaron diversos aparatos y mataron al matrimonio y su hijo

El Ayuntamiento de Betanzos (A Coruña) trasladó hoy su "condolencia" por el asesinato del emigrante Manuel Torres Hernández, de 80 años y natural de esta localidad coruñesa, junto a su mujer, de 74 años, y un hijo de 58 años, ocurrido el fin de semana en su domicilio de la localidad de Santa Tecla en El Salvador, por el que buscan a cinco hombres.

En declaraciones a Europa Press, la alcaldesa de Betanzos, María Dolores Faraldo Botana, comentó que a lo largo del día de hoy el Ayuntamiento se pondrá en contacto con los familiares residentes en el municipio coruñés tras conocer el acontecimiento luctuoso.

"Lo lamentamos mucho, sobre todo por ser un vecino nuestro", manifestó la alcaldesa, quien resaltó que el emigrante "era un vecino de Betanzos", que solía retornar en ocasiones a su localidad natal, donde residen hermanos y sobrinos de la víctima.

La alcaldesa apeló a la "prudencia" para "dejar vivir un dolor tan grande a la familia" que reside en Betanzos, a la que, precisó, ofrecen la ayuda que necesiten y que el Consistorio les pueda proporcionar.ROBO

Según publican diversos diarios de El Salvador, el triple crimen sucedió a primeras horas del pasado domingo en la colonia de Utila, en la población de Santa Tecla. Manuel Torres residía en El Salvador desde hacía 50 años junto a su esposa María Graciela Galdámez de Torres, de 74 años, y su hijo José Antonio Torres, de 58 años.

Dos parientes de las víctimas lograron sobrevivir después de que sobre las 3.00 horas un hombre llamara a la puerta y pidiera a José Torres que moviera un vehículo que estaba estacionado en la calle porque obstaculizaba el paso. La víctima accedió, ya que solía dejar el coche mal aparcado, y cuando abrió la puerta un grupo de cinco individuos irrumpió en la casa.

Los asaltantes estrangularon a Torres en las cercanías de la cocina con el cable del teléfono, mientras que el octogenario y su esposa fueron asesinados con arma blanca en su dormitorio en la segunda planta de la vivienda.

Por su parte, otros dos parientes, que sobrevivieron, fueron atados de pies y manos en otra habitación. Ambos presentaban lesiones y fueron quienes dieron aviso de lo sucedido tras permanecer sobre una hora tratando de liberarse.

Los ladrones huyeron con un vehículo de las víctimas con electrodomésticos, ordenadores, televisores y aparatos de sonido sustraídos en la vivienda.

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