Fuentes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) informaron a Europa Press de que un veterinario y un farmaceútico de la salud pública acudieron hoy al colegio para tomar muestras de los alimentos que ingirieron los niños en la fiesta de fin de curso celebrada el pasado miércoles y en la que desayunaron zumos, batidos y galletas.

En total fueron 45 niños, de entre 3 y 6 años, que tuvieron que ser atendidos el jueves en los centros de salud de Mota del Cuervo (Cuenca) por un cuadro gastrointestinal, aunque el asunto "no revestía gravedad", según las mismas fuentes del SESCAM.

De los 45 niños, dos de ellos tuvieron que acudir al Hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) para ser tratados por los síntomas, si bien finalmente no fueron ingresados.