La plantilla de la aeronáutica Coasa inicia protestas esta semana contra un ERE que afecta a 37 operarios

Los sindicatos preparan un contra-informe para Relacións Laborais al considerar que el expediente se aplica "sin necesidad aparente"

Los trabajadores de la empresa de componentes aeronáuticos Coasa, situada en el Parque Tecnológico de Galicia, en San Cibrao das Viñas (Ourense), iniciarán una campaña de movilizaciones a partir de este miércoles día 23, que continuarán el jueves y el viernes, para reclamar la anulación del expediente de regulacuión de empleo (ERE)extintivo que afecta a 37 operarios, de una plantilla total formada por 262 personas.

En una asamblea informativa celebrada este fin de semana en el edificio sindical del Parque de San Lázaro, en Ourense, los trabajadores acordaron concentrarse en la entrada principal del Parque Tecnológico, de 14:00 a 16:00 horas. El presidente del comité, Juan Carlos Sierra, de CC.OO., aseguró que las "medidas de presión" se irán intensificando en próximos días, sin descartar la convocatoria de una huelga.

La empresa, por su parte, pospone hasta mañana su valoración del conflicto. Los sindicatos —CC.OO., con mayoría sindical, junto con CIG y UGT— se reunirán también para iniciar la tramitación del contra-informe que presentarán conjuntamente ante el Consello Galego de Relacións Laborais antes del próximo 1 de julio. El secretario de la Federación de Textil, Químicas y Afines de CC.OO., Manuel Lores, sostiene que este ERE aplicado de manera "drástica" por Coasa se presenta "sin necesidad aparente".

Negociación rota

Juan Carlos Sierra espera que la Xunta no autorice esta medida a la empresa, a la que acusa de "no atender a nada" de lo planteado por el comité, lo que ha llevado a que las negociaciones entre ambas partes estén "totalmente rotas". Manuel Lores añade que "hasta hace poco se hacían horas extra", por lo que cuestiona el argumento de la crisis para justificar la reducción de pedidos que alega la patronal.

En declaraciones a Europa Press, Sierra criticó que el grupo Aernnova, al que pertenece Coasa, aspira a "implantar medidas de flexibilidad y, si no se le aceptan, no dan más carga de trabajo". El comité de personal rechaza las pretensiones de la empresa, de "tener trabajadores a la carta a los que mandar a casa cuando quiera".

Es la primera vez, desde la creación de Coasa en 1999, que la plantilla se enfrenta a la posibilidad de un ERE. Juan Carlos Sierra atribuyó esta circunstancia a la reciente elección del nuevo comité de empresa, el pasado mes de mayo, ya que "el expediente se presentó, sin esperarlo, dos días antes de los comicios sindicales".

Juan Carlos Sierra rechaza el argumento de la empresa de que "le sobra personal" y replica que "aún puede traer más", puesto que "Coasa es la más barata", en comparación con otras plantas del mismo grupo. El cometido de Coasa es la producción de piezas y montajes de estructuras aeronáuticas "en composite" o de material compuesto, principalmente fibra de carbono.

única gallega

Actualmente, la empresa con sede en San Cibrao, una de las de mayor envergadura del Parque Tecnológico de Galicia y la única en Galicia dedicada al sector aeronáutico, desarrolla piezas para la cadena de montaje de aviones, entre las que figuran las trampas del tren de aterrizaje de los Airbus A330 y A340, estructuras para los aparatos del grupo Eurocopter, y de la empresa brasileña de aeronáutica Embraer.

Además de Coasa, Aernnova cuenta con otras dos plantas —Fibertecnic, en Vitoria, e Icsa, en Toledo— que trabajan en el mismo ámbito de producción. El grupo ha construido una nueva planta en la localidad toledana de Illescas, si bien, según explica el comité de empresa, a diferencia de la fábrica gallega, esta otra factoría realizaría únicamente moldeo automático, mientras que en Coasa el moldeo se realiza de modo manual.

Los representantes de los trabajadores temen que la dirección opte por desviar a Illescas carga de trabajo prevista inicialmente para Ourense. Precisamente, desde el comité de empresa advierten que Aernnova ha recibido "muchísimo dinero" procedente de la Administración del Estado, para desarrollar sus planes empresariales. En el caso de la puesta en marcha de la planta industrial de Illescas, la ayuda del Gobierno de Castilla-La Mancha ascendió a 3,4 millones de euros.

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