De este modo, el gasto eléctrico en equipos de aire acondicionado durante los meses de verano es de aproximadamente 25-40 euros. El gerente de Argem, Teodoro García, explicó que "por cada grado que disminuye la temperatura, el consumo aumenta en un ocho por ciento, lo que equivale aumentar el gasto en electricidad de dos a tres euros al mes por cada grado", según informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado.

Además, el cambio de un equipo de aire acondicionado antiguo por otro con calificación energética A puede suponer hasta un 40-50 por ciento de ahorro de electricidad, lo que supone un ahorro mensual en la factura eléctrica de hasta 20 euros, así como contribuir a la disminución de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera mientras se obtiene el mismo bienestar.

En el caso de tener intención de equipar una vivienda o local con aire acondicionado, se aconseja un estudio profesional sobre las necesidades de frío, ya que para el mismo nivel de prestaciones hay aparatos que consumen hasta un 60 por ciento más de electricidad.

Asimismo, es importante recordar a los ciudadanos que pueden poner en práctica medidas de ahorro energético que contribuyen igualmente a una reducción del coste de la factura de la luz. En el caso de la iluminación, si una familia opta por cambiar cinco bombillas incandescentes (las convencionales) por cinco bombillas de bajo consumo equivalentes (28 vatios), puede llegar a ahorrarse unos 60 euros al año en electricidad y evitará la emisión de 340 kilogramos de la emisión de gases del efecto invernadero.

Y es que, en general, el coste medio de la energía consumida en electrodomésticos es de aproximadamente 10-15 euros al mes. El uso de electrodomésticos clase A puede reducir el consumo en un 50 por ciento con respecto a un viejo electrodoméstico.

Por otro lado, el comienzo del verano también coincide con un incremento del número de desplazamientos y una conducción eficiente de los turismos contribuye a una reducción de las emisiones de CO2 y un menor consumo de combustible. La conducción eficiente, es decir, suave, sin acelerones y con los neumáticos con la presión correcta, se puede reducir el consumo hasta en un 15 por ciento. Además, la relación de consumo por viajero en transporte público es tres veces menor que en el coche particular.

"También tenemos que tener en cuenta que, por ejemplo, en un desplazamiento de 400 kilómetros de ida y 400 de vuelta, el uso de la baca puede encarecer el viaje entre 10 y 15 euros o que llevar el aire acondicionado puesto puede en este trayecto puede aumentar el consumo entre el 10 y el 20 por ciento", finalizó el gerente de Argem.

Consejos para un buen uso

En el caso del aire acondicionado, se aconseja que se exija un estudio profesional sobre las necesidades de frío de cada vivienda o local, ya que para el mismo nivel de prestaciones, hay aparatos que consumen hasta un 60 por ciento más de electricidad. En este sentido, los aparatos con etiquetado energético de clase A son los más adecuados, ya que los sistemas, denominados 'inverter', garantizan los mayores ahorros energéticos.

La potencia frigorífica seleccionada se traduce también en una mayor potencia contratada con la compañía eléctrica, y por tanto en unos costes fijos anuales mayores. Es importante recordar que para un apartamento se recomienda el sistema 'split', es decir, aparatos tipo consolas, mientras que en el caso de una vivienda unifamiliar se recomienda un sistema con motor-condensador externo o los 'fan-coils' (instalaciones que utilizan tuberías de agua fría) con unidad exterior y la bomba de calor con ciclo reversible, que tiene capacidad de enfriar y calentar, por lo que se reduce el tiempo de la amortización de la inversión.

Igualmente, en cuanto al mantenimiento, es importante limpiar o sustituir los filtros en el evaporador y condensador, y que esté garantizada una correcta evacuación del agua que condensa. Además, el mantenimiento debe hacerlo un instalador-mantenedor acreditado por la Dirección General de Industria, Energía y Minas.

Por otra parte, se debe utilizar el termostato y su programador, ya que por cada grado que disminuya la temperatura se estará consumiendo un 8 por ciento más de energía. La diferencia de temperatura entre el exterior y el interior superior a 12ºC no es saludable.

Además, es conveniente ventilar la casa a primeras horas de la mañana y por la noche, cuando la temperatura del aire es más fresca y, por supuesto, una vez en marcha el equipo, no se deben abrir las ventanas. Del mismo modo, es aconsejable colocar la unidad exterior donde no le dé el sol, ni esté cerca de fuentes de calor, así como instalar toldos, cerrar persianas y correr cortinas; son hábitos eficaces para reducir el calentamiento de una vivienda.

Y es que, es necesario tener en cuenta que, para dormir, puede ser suficiente una temperatura de entre 15º y 17º C, aunque los niños y personas mayores pueden necesitar un poco más de calor. Además, un equipo de aire acondicionado de 2,5 kW de potencia consume al día 15 kWh, que equivale al resto de consumos de una vivienda; por tanto, lo importante es refrescar no congelar.

Gastos de combustible evitables

Por cada 0,3 bar (medida de presión) de defecto en la presión de hinchado, el consumo de combustible aumenta un tres por ciento. Ello equivale a un aumento del gasto en aproximadamente 1,5 euros sobre dicho trayecto.

Con la baca puesta, el consumo aumenta entre un 20 por ciento y un 30 por ciento que equivale a un aumento de gasto de entre 10 y 15 euros. Por ello, utilizar el aire acondicionado aumenta el gasto entre un 10 y un 20 por ciento lo que equivale a un aumento de gasto de entre 5 y 10 euros.

Finalmente, las ventanillas abiertas aumentan el consumo en aproximadamente el 5 por ciento que equivale a aumentar el gasto en 2,5 euros.