El presidente de la Confederación Regional de Empresarios de Castilla-La Mancha (CECAM), Ángel Nicolás, se mostró hoy de acuerdo con las declaraciones realizadas por el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, que afirmó que "Zapatero se empuja solo al abismo", ratificando que el presidente del Gobierno "lleva empujándose solo muchos años". "Una cosa es que unos lo hayamos visto antes, y otros después", destacó.

Según el jefe de la patronal castellano-manchega, Rodríguez Zapatero, cuando llegó al Gobierno, "tuvo una frase muy premonitoria: menos hormigón y más árboles, y esto es devastador para un país como España", donde lo uno hace "tanta falta" como lo otro.

"Lo que tenemos que ser es lo suficientemente inteligentes para hacer convivir el hormigón con los árboles, y dejar los árboles en su sitio y llevar el hormigón donde haya que llevarlo, porque si quitas el ladrillo tenemos lo que tenemos, 1,2 millones de parados en el sector de la construcción en dos años, un auténtico disparate", opinó Nicolás.

Sobre este asunto, el presidente de CECAM aseguró que "cuando uno se carga un sector tiene que tener otro preparado, y no ver ahora cómo recoloca a los parados", asegurando a renglón seguido que algunos planes de reorientación de los trabajadores de la construcción provocan "risa, porque un señor que ha sido encofrador ahora tiene que ser esquilador de ovejas, y no me parece serio. Creo que no estamos en buenas manos", apostilló.

Reforma laboral

También se pronunció, a preguntas de los medios tras firmar un convenio de colaboración con Sanitas, sobre la aprobada reforma laboral, con la que se mostró en desacuerdo, porque no resuelve el problema fundamental de este país, que es conseguir una economía más competitiva. "No nos gusta a nosotros como tampoco le gusta a los sindicatos, desde diferentes puntos de vista", opinó.

Afirmó Nicolás que los empresarios llevan más de 20 años pidiendo una reforma laboral, y que ésta ha sido "poco valiente, porque se ha quedado en el inicio", al igual que tampoco lo fue la acometida por el anterior Gobierno del Partido Popular. "No es culpa de este Gobierno, porque hemos tenido otros y esta misma situación ya la hemos vivido", pues finalmente han tenido que legislar ante la falta de acuerdo entre las partes.

Así las cosas, explicó que los empresarios no han suscrito esta modificación porque no incluía lo que para ellos son "cinco pilares fundamentales". Esto es: mayor flexibilidad interna de las empresas; modernizar la contratación; modernizar las fórmulas que existen para extinguir por razones objetivas los contratos de empleo; un compromiso claro contra absentismo laboral fraudulento; y una modernización de la negociación colectiva.

Nicolás también apuntó que todo cambio en la reforma laboral ha de ir encaminado a que España gane competitividad, porque "fabricar un producto en España es bastante más caro y menos eficiente que en otro país".

Tras preguntarse si realmente esta reforma busca "otras cuestiones que desconozco como puedan ser votos", criticó que las empresas españolas estén sujetas a 20.000 normas, independientemente del tamaño, "y no vemos que se nos facilite la labor".

Por último, manifestó que si el Gobierno quiere que sea el sector privado el que absorba los cuatro millones de personas que hay desempleadas, "hay que cumplir unas condiciones mínimas para que alcancemos competitividad y podamos pagar salario. Un salario nunca es alto, solo lo es cuando es productivo, y en este país son de los menos productivos de Europa", finalizó.