La banana gana terreno en los mercados del plátano ocupando un 27% de las ventas en 2009 y obliga a abaratar los precios

Gobierno canario alerta de las consecuencias del descreste del arancel a países latinoamericanos y el PSOE asegura que se buscan medidas compensatorias

La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias, Pilar Merino, expuso hoy en Comisión parlamentaria que frente al 7 por ciento de 2003 que representaba la banana procedente de Latinoamérica se ha pasado al 27 por ciento en 2009 además de pasar los precios de la fruta canaria de 1,20 euros el kilo en Península a 0,80.

Merino ofreció estos datos en una comparecencia parlamentaria solicitada por el diputado del PP, Asier Antona, que exigió que "de forma inmediata" el Gobierno de España debería poner en marcha el Real Decreto para las ayudas del Transporte para la comercialización del plátano canario que representa el 32 por ciento de la producción agrícola en el archipiélago.

Los acuerdos de España con los países andinos para bajar los aranceles en 2020 hasta 75 euros fue el motivo de la comparecencia, así como las repercusiones que para las RUP tendrá el nuevo Acuerdo de Ginebra que establece en 114 el arancel a los bananos de Latinoamérica en 2017. La consejera advirtió que estos acuerdos se han hecho sin tener en cuenta "el impacto" sobre la economía canaria, además de las repercusiones.

El diputado socialista Manuel Marcos Pérez, tras las críticas vertidas contra su partido que gobierna en España y en la UE, se convirtió en el defensor de la causa asegurando que tras comprobar el descreste que los cambios arancelarios representarán para la producción canaria, existe un compromiso del Gobierno de España para "arbitrar una serie de medidas" compensatorias.

Pérez manifestó que no se podrán determinar hasta que se evalúe la situación. Aseguró, no obstante, que hay que trabajar en tres frentes: "aumentar la ficha financiera, la incorporación de las ayudas al transporte, así como que el sector mejore las líneas de comercialización".

Las palabras del socialista no contentaron a Antona ni a Merino ambos señalaron con mayor o menor elegancia que el Estado había mostrado "desinterés" hacia el futuro de la fruta. Merino lamentó en este sentido las consecuencias de las pérdidas con la entrada del banano y de cómo se iban a ver afectados diversos sectores. GRACIAS, SARKOZY

Tanto la nacionalista, Beatriz Acosta, como los populares hicieron una reverencia hacia la política del Gobierno francés del que dijeron que había sido el único que velara por los intereses de los productores canarios. Acosta, vehemente, no pudo evitar reproches hacia el Gobierno socialista. "Me indigna, me siento impotente viendo cómo desaparece el plátano, me sobrecoge como palmera. Lo que vive el sector platanero es de máximo tragedia", manifestó Acosta que aseguró que ha habido pérdidas en La Palma y repercusiones de las que no se habla. No se habla de las repercusiones actuales.

"Nuestro estado nos vende como moneda de cambio y manda a la comisión europea a que se haga sólo un seguimiento de los precios, el mismo Gobierno que no avanza la ayuda al transporte, ni tampoco le ha importado vendernos. Esperemos que hagan llegar los datos reales a la comisión. Lamentar que sea Francia el que vele por intereses canarios", observó por último.

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