«He hecho de todo: vender mantecados y flores, recoger aceitunas y uvas en el campo y trabajar en los negocios de mi familia, porque todos trabajamos juntos», explica. Sus padres tienen un pequeño bar y una frutería en el barrio de la Victoria y una conocida debilidad: el flamenco. Su abuelo fue profesor de guitarra; su hermano Chandé heredó la vena artística, está a punto de sacar disco (el tercero).«Chandé ya tiene un nombre, pero desde que empezó lo ha hecho todo él. Un día nos planteamos que hay muchos chavales que valen y que no tienen posibilidades de grabar, así que decidimos montar una discográfica». Carmen se ocupa de la parte ejecutiva y Chandé de las relaciones públicas. A Carmen le cuesta hacer esta entrevista –«tengo unos nervios…»–. Ahora están trabajando en las grabaciones de tres artistas: el cantaor José El Recortao; Depomá, un grupo de rumba, y un disco de copla de Emi Bonilla.