En una carta dirigida a los consejeros generales, y dada a conocer por CCOO, los trabajadores hicieron esta sugerencia "con la humildad de quienes tan sólo ostentan el rango de trabajadores" de la Caja, "pero también desde el convencimiento de ser sabedores de cómo, junto a los clientes, conformamos el mayor activo de la misma, tanto cuantitativa como cualitativamente".

Los empleados están convencidos de que si la Asamblea rechaza o impugna la solución que se ha arbitrado para CCM, "el coste social será muy alto y, para cada cual conforme a los intereses que represente y de los que tendrá que rendir cuentas".

"En nuestro caso —dicen— como trabajadores, son cerca de tres mil familias las que esperan todo de ustedes; es decir, seguir desempeñando nuestro trabajo en una empresa viable, pues nos sentimos capacitados para sacar adelante este nuevo proyecto, y no sólo por nuestro interés personal sino, además, por el valor añadido que seremos capaces de generar para Castilla-La Mancha. Ciertamente nuestro futuro depende de la decisión que adopten como máximos responsables en la próxima Asamblea General de CCM".

Recuerdan que "desde que fue sustituido el Consejo de Administración, en marzo de 2009, por decisión del Banco de España, estos largos meses han constituido para todos nosotros un tiempo donde nos hemos jugado todo, y, en gran medida, la supervivencia hasta hoy de CCM se ha debido a dos factores claves: a la fidelidad de nuestro millón de clientes y a la labor, sin dar pábulo al desaliento, de los cerca de tres mil empleados que, diariamente, hemos estado dando soporte, atención y servicio a todos los clientes".

Los trabajadores de CCM aprovecharon la misiva para hacer un reconocimiento público al trabajo intersindical "cuyo único objetivo ha sido y es el mismo que hoy nos motiva para trasladarles estas palabras: preservar el empleo". Es por ello por lo que el colectivo de empleados de CCM han creído que debían tomar la iniciativa, sin adscripciones ni afiliaciones de ningún tipo. En este orden de cosas reiteraron su compromiso con este proyecto de integración del negocio de CCM en el "Grupo Cajastur".

La decisión de mantener la sede central de la entidad resultante en Cuenca y la reconversión legal de su Obra Social en una Fundación, cuyo objeto estatutario seguirá siendo social y sus beneficiarios más directos los ciudadanos de esta región, "debieran ser suficiente garantía para apostar por este nuevo proyecto", indicaron.

También resaltaron que cuanto ha acontecido con CCM no es un hecho aislado dentro del panorama financiero español. En las últimas semanas, destacaron, otra Caja ha sido intervenida y otras muchas entidades del sector están inmersas en procesos de fusión, "a fin de racionalizar nuestro sistema financiero atendiendo tanto a necesidades impuestas por el propio mercado e incidido por la actual crisis económica internacional".