En un partido indigno de la competición europea, el Espanyol enfadó a sus aficionados ofreciendo un juego muy gris, impropio de un aspirante a llegar lejos en Europa.

Sólo pudo derribar la muralla del Maccabi a falta de ocho minutos para el final y a balón parado después de varios rebotes, lo que da muestra de cómo se desarrolló el choque.

Contagiado por el ambiente, el equipo español arrancó muy poco a poco, perezoso por afrontar un compromiso que no cuajó en la grada (Montjuic registró de largo la peor entrada de la temporada) ante un rival desconocido y con nulas opciones.

Pese a todo, el Maccabi se soltó y apretó los dientes en los primeros compases. Con la tranquilidad del que no tiene nada que perder, el conjunto israelí sorprendió en Montjuic al enseñar una circulación de balón más saneada de lo previsto, con dos puntas más rápidos que técnicos que exigieron una rápida puesta a punto de los dos centrales españolistas.

Con el paso de los minutos, la lógica se impuso en el terreno de juego, pero no en el marcador: hubo que esperar al gol de Pochetino (min. 82), un tanto tan feo como el partido.

Ahí terminó el encuentro, probablemente olvidado en cuestión de minutos por todos los que tuvieron el mérito de acudir al gélido Montjuic para ver a un Espanyol apático y desacertado que pese a todo entrará en el sorteo de la Copa de la UEFA y que fue despedido por los silbidos de su afición.

Seis equipos españoles en el sorteo

Además del Espanyol, en el sorteo de la UEFA le acompañarán Sevilla y Betis. También conocerán mañana sus rivales en octavos de la Copa de Europa Barcelona, Real Madrid y Villarreal. De todos, al que le pueden tocar rivales más complicados es al club merengue.