En un comunicado, y tras conocerse los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC), UGT destacó que este periodo inflacionista "continuará con la misma tendencia precisamente por el crecimiento de la demanda de carburantes y afectará notablemente a las rentas de los empleados públicos y pensionistas que verán mermado su capacidad de compra, aún más si tenemos en cuenta los recortes decretados por el Gobierno".

Ante esta situación, el sindicato exige el mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores como fórmula para la reactivación del consumo y la recuperación de la economía.

Además, a su juicio, el mantenimiento del poder adquisitivo debe ir acompañado de cláusulas de revisión salarial que tengan en cuenta las posibles variaciones respecto al IPC real, como factor fundamental de garantía del mantenimiento del poder de compra.