Así lo aprobó hoy el Pleno municipal por unanimidad de los tres grupos políticos con representación en el Consistorio alhaurino —Partido Popular, PSOE e Izquierda Unida—.

De este modo, el salario del alcalde, Joaquín Villanova (PP), disminuirá un 10 por ciento, y el de los ediles del equipo de gobierno y el del gerente de Aqualauro, la empresa municipal de aguas, un seis por ciento, según informaron desde el Ayuntamiento en un comunicado.

Para los concejales de la oposición con dedicación exclusiva y el resto de personal eventual la reducción es del cinco por ciento. También disminuyen un cinco por ciento las cantidades brutas que perciben los ediles sin dedicación exclusiva ni parcial en concepto de asistencia a los órganos colegiados de la Corporación local.

Tal y como refleja el acuerdo al que llegaron los distintos grupos políticos en la FEMP, las reducciones se harán efectivas en la nómina correspondiente al mes de junio y los sueldos quedarán congelados durante 2011.

En este acuerdo se detallaba que estos ajustes salariales se establecen de forma individual y con criterios de progresividad, utilizando las mismas escalas establecidas por el Gobierno central para la Administración General del Estado.

El regidor de Alhaurín de la Torre valoró esta iniciativa durante la sesión plenaria, argumentando que "corren tiempos de ajuste y de solidaridad", en los que "se hace necesario disminuir el déficit público, pero garantizando las retribuciones de los empleados de las administraciones".

Durante el debate, los portavoces de PSOE e IU apoyaron la propuesta, aunque reclamaron más medidas. En este sentido, la representante socialista, Patricia Alba, solicitó un ajuste mayor del sueldo del alcalde, reivindicando que se aplique una tabla salarial de la FEMP en función del número de habitantes de cada municipio.

Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida, José Antonio Gavilán, denunció el "ataque" que, en su opinión, están suponiendo para los trabajadores españoles las medidas impuestas por el Ejecutivo central.

Villanova defendió que las retribuciones de los concejales y del propio alcalde se ajustan a la carga de trabajo en el Ayuntamiento, recalcando, además, "la buena gestión económica de las arcas municipales", que han permitido que el Consistorio "haya asumido en solitario muchos proyectos sin ayuda de otras administraciones".