Diputación de Gipuzkoa prevé aprobar antes de julio un Plan económico y financiero para hacer frente al déficit

González aboga por una economía "espartana" y "casi de guerra" a pesar de que la deuda guipuzcoana "es soportable"

El diputado foral de Hacienda de Gipuzkoa, Peio González, anunció hoy que la Diputación está trabajando en la elaboración de un Plan económico y financiero, que prevé aprobar antes de julio, para hacer frente al déficit de cara al próximo año y que contempla "adelgazar la estructura" de la institución foral y "priorizar el gasto eliminando el prescindible" y estableciendo como prioridades la inversión en "competencias propias", Hacienda, Infraestructuras Viarias y Política Social.

González realizó este anuncio en la Comisión de Hacienda de las Juntas donde compareció, a petición de Alternatiba, para explicar qué medidas tiene previsto poner en marcha la Diputación para reducir el déficit.

El diputado foral se refirió a las "drásticas" medidas anunciadas, "de la noche a la mañana y de la peor forma posible, por un Decreto Ley que afecta a todos por igual", por el Gobierno central ante la actual coyuntura económica, las cuales deberán ser tratadas en la Comisión Mixta del Concierto Económico que se reunirá "en breve" para definir qué "niveles de ajuste se pueden compartir" por las instituciones vascas, ya que, a su juicio "no vale el café con leche para todos" puesto que las condiciones de partida en Euskadi "son distintas" a las del resto del Estado.

En este sentido, indicó que la Diputación guipuzcoana ha "hecho sus deberes" y ha trabajado "con rigor presupuestario" por lo que "no se pueden pagar facturas que no nos corresponden". En concreto, destacó que "la deuda de Gipuzkoa es actualmente el 2,33 por ciento del PIB, mientras que la media de Euskadi es 3,8 por ciento y la del resto de autonomías del 8,2 por ciento, superando en algunos casos como el de Valencia el 14 por ciento". "Si el ratio de deuda en España puede ser de 17.500 euros por habitante, en Gipuzkoa serían 714 euros", subrayó.

A pesar de que la deuda guipuzcoana "es soportable", reconoció que el Territorio "no es una isla" y requiere la puesta en marcha de una economía "espartana" y "casi de guerra", explorando "la vía obligada del ajuste" con vistas a un posible "enfriamiento" de la economía y buscando lograr "un reequilibrio" presupuestario de cara a 2013.

Desde esta perspectiva, anunció que la Diputación guipuzcoana está dispuesta a participar "en el techo de endeudamiento autorizado" que otorga el Estado a Euskadi, pero sabiendo "cómo repartir ese techo de ejercicio de deuda" y señaló que la institución foral "hará valer el ejercicio de tutela que le solicitan los ayuntamientos, siendo garantes de la buena gestión financiera".

Tras apelar a un "acuerdo interinstitucional" para abordar todas estas medidas de reducción del déficit, "de manera conjunta", criticó que el Gobierno vasco "haya aportado ya de manera unilateral su solución" a algunos aspectos de ajuste. En todo caso, anunció que la Diputación de Gipuzkoa va a iniciar "una senda de reducción del déficit" a través de la elaboración de un Plan económico y financiero, que se prevé aprobar "antes de julio", y "ajustando el Presupuesto foral a los ingresos no financieros" con vistas a alcanzar la "estabilidad presupuestaria".

Según indicó, para ello se ha conformado un grupo de trabajo, conformado por el diputado general, Markel Olano, y él mismo, junto con el departamento de Presidencia, para "reorientar" el gasto presupuestario y que deberá "notarse" en el próximo ejercicio, con el fin de que el "remanente sea positivo" y que en el Presupuesto de 2011, en cuyas directrices se empezará a trabajar en julio, se recoja "un recorte de lo que pueda ser la línea de la estructura del Gobierno foral, e incluso se reorienten competencialmente las líneas de gasto" de la Diputación.

González puntualizó que se trataría de "adelgazar la estructura de la Diputación" y "hacer un ejercicio de prioridad del gasto" orientado "por lo que es la línea competencial propia de la Diputación", es decir, que "lo que debe quedar absolutamente garante y cubierto de cara a futuro sean las competencias exclusivas de la Diputación, fundamentalmente la Hacienda foral, Infraestructuras Viarias y la Política Social", mientras que "del resto no se prescindirá pero sí se reorientará el gasto".

"pequeña revolucion"

González consideró que estas medidas suponen "una pequeña revolución" desde el punto de vista presupuestario y, finalmente, mostró su intención de que este Gobierno foral "deje de herencia" en el Presupuesto de 2011 y en el nuevo Plan económico y financiero al Ejecutivo que se conforme tras las elecciones forales del próximo año la "planificación que debe seguirse" de cara a la siguiente legislatura.

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