Según confirmó a Europa Press uno de los vecinos afectados, Santiago Folgar, el potro debía llevar en el depósito "por lo menos un mes" porque estaba "muy descompuesto", y precisó que el agua contaminada de esa infraestructura "no produjo ninguna intoxicación a personas, porque se bebe de otro pozo".

A ese respecto, Folgar apuntó que los vecinos descubrieron el cadáver del animal el pasado domingo, cuando se quedaron sin suministro de agua. Al acceder a los dos depósitos de los que se abastecen vieron que uno de ellos estaba desbordado, mientras que el otro tenía en su interior un potro muerto.

En el pozo donde apareció el animal observaron que se había cortado la cadena de acceso "con una sierra" y que la tapa del depósito, habitualmente cerrada y sellada con cemento, "estaba removida". Inmediatamente dieron la alerta para evitar que los vecinos bebiesen de esa agua, y advirtió de que, si no se hubiese clausurado el pozo, podría intoxicarse algún vecino, entre ellos niños y bebés a los que se prepara la comida y los biberones con esa agua.

Durante la jornada de ayer los vecinos procedieron a desinfectar el otro pozo y las tuberías de suministro, mientras que esta mañana, operarios ya retiraron el cadáver del potro en el primer depósito, que será destruido para la construcción de uno nuevo.