El lehendakari, Patxi López, consideró hoy que el fin definitivo de ETA está "cerca", pero que no son suficientes las detenciones de terroristas, sino que hay que deslegitimar la violencia. Éste es el objetivo del Plan de Convivencia Democrática y Deslegitimación del Terrorismo aprobado hoy por el Gobierno vasco, que se propone "combatir los postulados totalitarios" y fomentar la presencia de las víctimas en las aulas.

En una comparecencia en Gernika, tras la celebración del Consejo de Gobierno en el que se aprobó el Plan, el lehendakari explicó que la pretensión del documento es "poner el foco y las prioridades en el hecho específico del problema terrorista" en Euskadi.

"Somos conscientes de la variedad de causas de vulneración de Derechos Humanos, pero la principal vulneración en Euskadi es la ocasionada por el terrorismo de ETA, que aún persiste y que hace que combatir sus postulados totalitarios y sus falsos argumentos de recurso a la violencia, se convierta en una tarea de toda la sociedad vasca", destacó.

De esta forma, se busca dar "un impulso decidido a la deslegitimación del terrorismo" y "una apuesta clara por la convivencia democrática, posibilitando un cambio de actitudes en la población que conduzca a una mayor conciencia y al enraizamiento de la tolerancia, el pluralismo político y los derechos humanos".

"La realidad de Euskadi, sometida todavía a los azotes de la violencia terrorista y su suelo legitimador, aconseja poner este foco y la prioridad máxima en la intervención sobre la convivencia democrática y la deslegitimación de la violencia como requisito imprescindible para avanzar en la cultura de los derecho humanos", dijo el máximo representante del Gobierno vasco.

Según precisó, el objetivo es conseguir una sociedad "activa en la defensa de los derechos humanos, en la que prevalezcan los valores democráticos", y unas administraciones públicas "que lideren políticas de educación en Derechos Humanos y Paz, y que, a su vez, se muestren comprometidas con la convivencia democrática y la deslegitimación de la violencia".

Además, apostó por "un tejido socioeducativo activo en la capacitación de las nuevas generaciones para la convivencia democrática y la deslegitimación de la violencia", y unos medios de comunicación, sobre todo los públicos, "dinámicos en la difusión de la pedagogía activa de los Derechos Humanos, la paz, la convivencia democrática y la deslegitimación de la violencia".

Fin de eta

El lehendakari subrayó que "el fin del terrorismo es el objetivo que hoy logra mayor unanimidad entre la ciudadanía vasca". "Pero, para lograr su final definitivo, y estoy seguro de que nos hallamos cerca, no es suficiente con detener a los terroristas, sino que es necesario una deslegitimación clara y rotunda del ejercicio del terrorismo".

En este sentido, aseveró que "la deslegitimación del terrorismo se convierte en requisito para lograr la libertad plena y la convivencia democrática entre diferentes" porque "la amenaza terrorista es la forma más radical de negación de la libertad de las personas".

Patxi López manifestó que la deslegitimación aparece de forma recurrente en el documento y pretende "denunciar la injusticia, la ilicitud o ilegalidad del uso de la violencia con fines políticos", además de mostrar "la empatía y la solidaridad activa con las víctimas".

El Plan de Convivencia "antepone el valor de la dignidad humana a la de cualquier causa u objetivo", defiende el derecho a la vida. rechaza "el todo vale" y el principio de 'el fin justifica los medios'. Además, se opone "al uso de la fuerza o a su amenaza para imponer condiciones y modelos de solución o convivencia".

De esta forma, se centra en "la deslegitimación de la violencia" y "un instrumento imprescindible". El documento destaca "el testimonio de las víctimas del terrorismo" como "un recurso valioso para socializar el sufrimiento injusto padecido y como experiencia deslegitimadora del terrorismo y sus consecuencias".

Para el lehendakari, ésta "es la mejor forma de denuncia" y señaló que "a las aulas podrán acudir víctimas del terrorismo plurales -siempre que estén preparados para ello- y asuman, de forma contrastada, que no van sólo a dar su testimonio, sino que pretenden, además, el fomento de los valores democráticos y la pluralidad".

"No se trata de hacer victimismo ni trasladar odio, cosa que las propias víctimas tienen muy claro, sino de dar testimonio de una cruel realidad que todavía soportamos", aseveró.

Patxi López afirmó que otro "objetivo claro" es "avanzar en un cambio de actitudes en el conjunto de la ciudadanía, orientado a asumir el sistema democrático como garantía de la convivencia en libertad". "El Plan busca fomentar en la ciudadanía vasca, la asunción y defensa del sistema e instituciones democráticas como garantes de la libertad y la convivencia", indicó.

Además, planteó "la reivindicación la tolerancia y la asunción de la diversidad como elementos constitutivos de una Euskadi libre y democrática", y apuntó que el Plan será "un paso importante para asegurar nuestra libertad; para terminar lo antes posible con el terrorismo de ETA y para afianzar la solidaridad interna de la sociedad vasca", para lo que reclamó la cooperación de las instituciones, medios de comunicación, el entramado asociativo o la comunidad educativa. CONSENSO

En su comparecencia, Patxi López destacó la búsqueda de consensos por parte de su Gobierno y subrayó que, algunos, "no poco importantes, se han ido consiguiendo", en referencia a las negociaciones con grupos parlamentarios, especialmente con PP y PNV, "para ampliar al máximo posible" los acuerdos.

En este sentido, aseguró que ha habido más de 15 propuestas diferentes que han planteado reformas y mejoras al primer borrador "y algunas de ellas se han ido integrando en el texto definitivo", como, por ejemplo, la del Consejo Escolar de Euskadi.

Según constató, la reformulación "constructiva" del Plan Vasco de Educación para la Paz del anterior Ejecutivo, recoge objetivos de la Ley de Víctimas, como "la presencia del testimonio de las víctimas en proyectos de educación para la paz y convivencia, así como otras expresiones de carácter simbólico que manifiesten" su apoyo y reconocimiento social, ético y político; o el impulso por los poderes públicos de la educación para la paz y Derechos Humanos.

Patxi López recordó que, en su discurso de investidura, manifestó: "si queremos que el terrorismo desaparezca, no sólo tendremos que detener a los terroristas: también deberemos reaccionar ante sus expresiones públicas y conseguir su deslegitimación social, especialmente en los ámbitos de la enseñanza, el asociacionismo y los medios de comunicación. Y les aseguro que este Gobierno hará todo lo posible para lograrlo".

Tras subrayar que el Plan mantiene "el carácter integral que caracterizaba al anterior", el lehendakari manifestó que "sigue siendo un Plan Interdepartamental e interinstitucional, aunque, "debido a la especial importancia que tiene el Plan de Convivencia", él mismo ha asumido "personalmente su impulso" y la coordinación de todas las acciones corresponderá a Lehendakaritza.

López, que agradeció a todos los grupos que, "con buena voluntad, han pretendido mejorar el documento", aseguró que el Ejecutivo "no busca adhesiones acríticas a su Plan", sino "una colaboración activa que sepa encauzar de forma creativa la discrepancia". "Y creo que lo hemos logrado en gran medida. Hoy el nuevo Plan tiene menor rechazo que hace un mes y medio, y, en la medida en que se vaya materializando en las diferentes acciones, serán mayores los apoyos", concluyó.