Según informa en un comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJC-M), R.M.M. también es condenado a la inhabilitación especial para el ejercicio de la función de policía nacional o cualquiera otra relacionada con la seguridad y vigilancia pública o privada durante el tiempo de la condena.

El fallo recoge también la prohibición de aproximación a la víctima, C.A.E., a una distancia inferior a 400 metros, así como la prohibición de comunicación durante un periodo de cinco años.

En la sentencia se declara probado que el 26 de junio de 2008, el acusado, que se encontraba desempeñando sus funciones como agente del Cuerpo Nacional de Policía en la Comisaría Provincial de Ciudad Real, abusó sexualmente de C.A.E. en las dependencias de los calabozos de dicha Comisaría, abuso sexual que se cometió, según se recoge en los fundamentos de Derecho de la sentencia, con "prevalimiento-manifiesta superioridad-".

El delito, según se indica, ha quedado probado por la declaración de la víctima, considerada como "contundente, persistente, creíble, veraz y suficiente" y por elementos de prueba tales como: el reconocimiento por parte del acusado de la existencia de relaciones sexuales, aunque en el juicio negó que fueran completas.

No obstante, el resultado del examen de perfiles genéticos revela la existencia de contacto entre acusado y víctima, además de hallarse vello púbico del acusado en la celda donde la víctima dice que ocurrieron los hechos.

Asimismo, en la resolución judicial se tiene en cuenta la declaración de otra mujer que en el momento de los hechos se encontraba también detenida en los calabozos de la Comisaría de Policía de Ciudad Real.