La Asociación Galega de Áridos (AGA) subrayó hoy que la situación del sector "todavía no tocó fondo" y auguró un estado "de pánico" para el año 2011 si se confirma la reducción en obra pública anunciada por el Gobierno central como medida para disminuir el déficit. Según datos de la entidad, la producción descendió en 2009 un 20,73 por ciento, por lo que "no es difícil que haya cierres a corto plazo".

En declaraciones a Europa Press, el vocal de la junta directiva y ex presidente de la asociación, Roberto Almuíña, resaltó que el final del año 2009 y el comienzo de 2010 "fue catastrófico". En concreto, subrayó que hubo empresas que "no juntaron el dinero suficiente para pagar nóminas en enero".

En el marco de la asamblea general de la AGA, celebrada hoy en Santiago, indicó que la mayoría de las empresas gallegas son de base familiar y que "hacen economía de guerra". "Si las empresas que eran de una cierta potencia cayeron, qué será del resto", exclamó para alertar de que algunas compañías "están usando como avales sus bienes personales", por lo que advirtió de que empresarios de este sector podrían acabar "perdiendo hasta la casa en la que viven".

"A lo largo de los últimos meses se fue recuperando un poco la actividad económica, pero no se entiende que el Gobierno central anuncie ahora un recorte en obra pública, cuando las inversiones y las infraestructuras son en tiempos de crisis las que pueden poner al país en la vía de la competitividad a nivel europeo", criticó.

En esta línea, insistió en que "no se puede consentir" que se reduzca obra pública en este momento, "debido a que la edificación está bajo mínimos". Por ello, abogó por reducir subvenciones si se quiere ahorrar, en vez de paralizar proyectos.

La asociación destacó que, una década después de su creación, se encuentra en "la peor situación que vive el sector en su historia". "Esta es una cadena que se va prolongando y al final nos vamos a quedar todos sin trabajo", en referencia a la situación de las compañías del sector.

Poca actividad

En declaraciones a Europa Press, Almuíña explicó que en Galicia hay quien "no tienen actividad alguna", debido entre otros motivos a que los productos de las canteras no tienen salida fuera del ámbito local. A modo de ejemplo, apuntó que el norte de Lugo "no se sostendría si no fuese por autovía A-8".

En este sentido, este representante de la asociación explicó que las empresas del sector "siempre están muy ajustadas en personal", a lo que añadió que en la actualidad, algunas presentaron expedientes de regulación de empleo (ERE).

En estos momentos, el colectivo gallego de áridos cuenta con 57 compañías asociadas, que explotan 79 canteras de toda Galicia. La producción en Galicia, incluida la de los no asociados, se sitúa alrededor de 17,5 millones de euros, un 5 por ciento del total del Estado.

Por otra parte, Roberto Almuíña también demandó sentido común, ya que, "si tienes una pequeña localidad podrás crecer un 5 o 10 por ciento, y no parece normal el 'boom' de la construcción de Foz o Barreiros". XUNTA

Aunque el vocal de la junta directiva quiso dejar claro que la relación de la asociación con la Consellería de Industria "es fluida", demandó "un avance" en la Ley de Ordenación de la Minería de Galicia, la cual preveía un plan sectorial que "de momento no camina".

Así, hizo hincapié en que "no se reclaman apoyos subsidiarios", sino que se retome la puesta en marcha de la ley de ordenación y se garantice la obra pública "para crear riqueza".