Los bares huyen del centro por la inspección municipal

Los empresarios están hartos de la presión del Ayuntamiento y aseguran que las revisiones son exageradas. Muchos optan por irse a Teatinos y Huelin.
El 2006 marcará un antes y un después en la hostelería, que tendrá que hacer frente a una restrictiva ley antitabaco. Además, en Málaga entrará en vigor la nueva ordenanza de ruido con medidas severas que castigarán a los bares de copas y cafeterías que superen los decibelios permitidos para la música o cualquier otra forma de ruido.A pesar de que ambas normas no han comenzado a aplicarse, los hosteleros malagueños dieron ayer la voz de alarma ante la huida progresiva de negocios del centro al extrarradio «hartos de las inspecciones continuas», aseguró ayer a 20 minutos el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga (Aehma), Rafael Prado. Según su versión, la hostelería está siendo el negocio «más castigado con diferencia». Y va más allá: «No le recomiendo a nadie que monte un local en el centro porque la presión municipal es brutal».

De mano en mano

Ante este panorama, los negocios apenas aguantan y las licencias cambian de dueños muy rápido, denunció Prado. Muchos empresarios optan por marcharse a Plaza Mayor, Teatinos y Huelin e incluso a municipios como Rincón de la Victoria, Alhaurín y Cártama, que ponen más facilidades y no tantas trabas.

Hace sólo tres meses que J. A. C. regenta una cafetería en el centro y la Policía ya le ha levantado seis actas de denuncia por varios motivos. Entre ellos, la música. Su licencia no la permite (el Consistorio no da autorización desde 1996). «Apenas tengo un hilo musical, pero dicen que hago ruido al exterior aun con doble puerta», explicó. «Estoy frito por traspasarlo y me da coraje, porque las inspecciones son exageradas. El Ayuntamiento quiere ir cerrando negocios en el centro poniéndolo cada vez más difícil».

Lo que costarán el ruido y el tabaco

Los dueños de bares de copas y negocios de restauración ya se rascan el bolsillo, por lo que les supondrá adaptarse a las dos nuevas normativas. Según Aehma, muy pocos de los 15.000 establecimientos hosteleros de la provincia han adecuado sus salones para separar a los fumadores, aunque todavía tienen 18 meses de plazo. Estas obras pueden ser incluso menores si se compara con lo que costará insonorizar los locales como exigirá la ordenanza de ruido. «Un espacio de 80 m2 sale por más de 120.000 euros», afirmó Rafael Prado.

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