Valladolid se suma al Centenario de la Residencia de Estudiantes con una exposición sobre el poeta y pintor José Moreno

La inauguración de la exposición 'José Moreno Villa. Dibujos y pinturas 1923-1932', que acoge desde hoy y hasta el día 11 de julio la Casa Revilla, convirtió a Valladolid en una de las primeras ciudades españoles en sumarse a los actos programados con motivo del Centenario de la Residencia de Estudiantes.

La exposición se centra en la obra poética y pictórica del que fuera 'tutor' y uno de los más significativos exponentes de la Residencia de Estudiantes y figura clave en la historia artística intelectual del primer tercio del siglo XX español, explicó el comisario de la misma, Jesús Pérez de Ayala, quien, durante el acto de presentación, al que asistió también la concejal de Cultura, Comercio y Turismo, Mercedes Cantalapiedra, explicó que lo que se pretende es "no sólo mostrar la personalidad de un hombre al que con el tiempo se ha reconocido su sitio en la historia sino también el autorretrato íntimo de un espíritu singular".

Pérez de Ayala, en declaraciones recogidas por Europa Press, incidió en que su deseo es que los espectadores que pasen por la Casa Revilla "salgan con la impresión de haberse acercado a un gran dibujante y poeta de enorme valía ética, moral y artística", al tiempo que destacó que la práctica totalidad de los dibujos expuestos, en los que se aprecia una evolución desde un neocubismo hacia una pintura lírica, figurativa y con ciertos toques de pintura automática", es la primera vez que se exponen en público.

Junto a sus dibujos, la exposición incluye una vitrina que contiene algunas de sus obras poéticas más relevantes, como 'Jacinta la pelirroja', la más conocida, así como 'Puentes que no acaban', 'Salón sin muros', 'Carambas' y 'Pruebas de Nueva York'.

El comisario de la muestra recordó la especial amistad que unía a Moreno Villa con el que fuera director de la Residencia de Estudiantes, Alberto Jiménez, y destacó de él que hizo de intermediario entre varias generaciones y que "es el más claro ejemplo de que para ser un pintor lírico hay que ser también un poeta".'

Arte nuevo'

Espíritu libre, alejado de grandilocuencias, Moreno Villa dejó una profunda huella en la poesía moderna—su Jacinta la pelirroja, de 1929, sigue constituyendo una pieza clave para comprender el desarrollo de la nueva poética del momento—, al tiempo que su implicación formal con las nuevas tendencias artísticas del llamado 'Arte Nuevo' acabarían convirtiéndolo en uno de los representantes más auténticos, y a la vez singulares, de la pintura que se realizaba en España en las décadas de los años veinte y treinta.

Nacido en Málaga en 1887, Moreno Villa es un exponente de la mejor tradición intelectual que representa la llamada generación del 14 y, más en general, la Edad de Plata de la cultura española. Sin embargo, todavía hoy su vida y su obra son relativamente poco conocidas, aunque ambas sean de las más intensas y originales de su época.

Su estrecho vínculo con el grupo del 27 y con la joven literatura se inicia a través de la relación que establece durante los años veinte con Salvador Dalí, Federico García Lorca, Luis Buñuel, Emilio Prados, Adolfo Posada y José Bello, entre otros, en la Residencia de Estudiantes, donde Moreno Villa vivió siempre, excepto durante dos breves periodos de ausencia, entre 1917 y 1936, desempeñando tareas informales de tutor a la anglosajona de los residentes o de responsable de las publicaciones de la casa, como hombre de confianza de su director, Alberto Jiménez Fraud, de quien era amigo desde los tiempos de su juventud en Málaga.

Poco después del comienzo de la Guerra Civil, en 1937, se inicia para José Moreno Villa un exilio que habría de ser definitivo. Con cincuenta años se ve forzado a abandonar España y, tras instalarse en México, a empezar una nueva vida.

En México, donde se instala gracias a los buenos oficios de su amigo el embajador Genaro Estrada, se reencontrará con Enrique Díez-Canedo, José Gaos, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados o Luis Cernuda, entre tantos otros, y proseguirá pintando y exponiendo, escribiendo y publicando poesía y ensayos sobre arte, y participando en las iniciativas de los intelectuales españoles afincados en México.

Allí se casó con Consuelo Nieto, viuda de Genaro Estrada, con quien tuvo a su único hijo, José Moreno Nieto, que ha sido el primero en donar la biblioteca y el archivo de su padre a la Residencia de Estudiantes en esta segunda época,

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