Las cenas de empresa saturan los restaurantes

En el centro de Barcelona ya es casi imposible encontrar mesa para el viernes noche. La Policía hará más controles de alcoholemia a la salida de locales.
Una pescadera del Mercat de Sant Gervasi mostrando ayer una pieza fresca de bacalao.
Una pescadera del Mercat de Sant Gervasi mostrando ayer una pieza fresca de bacalao.
Hugo Fernández
Una pescadera del Mercat de Sant Gervasi mostrando ayer una pieza fresca de bacalao.
Encontrar una mesa para más de siete personas en un restaurante de Barcelona para la noche del viernes es tarea imposible. Las tradicionales cenas de empresa colapsan todos los comedores.

Las ubicaciones más requeridas son los restaurantes del centro de la ciudad, seguidos de los de Sarrià-Sant Gervasi y Les Corts. El menú más escogido este año, según el Gremi de Restauració, huye de la cocina sofisticada y se decanta hacia los fogones tradicionales. La carta tipo consta de un entrante de ensaladas, sopas y caldos y un segundo de carnes y pescados.

El propio Gremi recomienda prudencia en las celebraciones y el uso del transporte público. En este sentido, Mossos y Guàrdia Urbana estarán al acecho con un operativo especial llamado Campaña de Cenas que, como en años anteriores, intenta imponer un mayor control sobre el consumo de alcohol.

El bacalao es el rey de la fiesta

Miles de toneladas. A Ramón Altayó, presidente del antiquísimo Gremi Provincial de Detallistes de Bacallà i Pesca Salada, no le sorprende que el bacalao sea el plato estrella de las multitudinarias cenas de empresa de Navidad. Ni se atreve a vaticinar una aproximación en el volumen de ventas: «me podría equivocar de toneladas, son miles las que se venden».

«Aunque la mejor época es Semana Santa», apunta, al bacalao se le está haciendo justicia en las cocinas más prestigiosas, especialmente en cenas de este tipo, como las que ofrecen las empresas a sus empleados.

Los precios del bacalao en estas fechas son «en el mercado, de 22 a 30 euros el kilo», dependiendo del comercio. Como no podía ser menos, Altayó defiende la relación calidad-precio ya que «sale más económico que una merluza», teniendo en cuenta «que de un bacalao de 15 kilos sólo se aprovechan seis».

Si de promoción se trata, el presidente del Gremi recuerda la labor de la Confraria del Bacallà, una sociedad de ilustres que intenta promocionar el bacalao desde el prestigio gastronómico.

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