El profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga (UMA), Rafael Esteve, dudó hoy de la capacidad de la ciudad para atender a una media de 3.500 cruceristas al día en el año 2015, o incluso dos años antes, que es a partir de cuando se espera que la capital reciba anualmente 1,2 millones de pasajeros de buques.

Este experto, autor del cuaderno número 9 del Plan Estratégico de Málaga titulado 'Modelo para la estimación de futuras demandas de crucero del puerto de Málaga', editada y coordinada por la Fundación Ciedes; señaló que la ciudad tiene "un problema y una oportunidad que hay que saber aprovechar".

Así, se preguntó si está preparada para hacer frente a las concentraciones de visitantes en los museos, y a que miles de personas estén en pleno centro a partir de las ocho de la mañana, teniendo en cuenta los horarios de la llegada de cruceros, que en muchos casos atracan temprano. "A esa hora la ciudad está dormida y hay que adaptarse, no adaptar al crucerista porque eso es imposible", apostilló.

Por ello, abogó por diseñar excursiones para que se distribuyan por la capital y no coincidir en el tiempo en los espacios más demandados y, en definitiva, por "adaptarse", ya que, añadió, cada vez son mayores los buques que llegan, siendo el perfil económico del visitante menor y, por tanto, "con menos poder adquisitivo para ir en excursiones a otros puntos de Andalucía", también debido a la crisis económica actual y a los propios atractivos de la ciudad malagueña.

El profesor de la UMA precisó que en Barcelona, cuyo puerto es el primero de la Península en atraques de cruceros, ya está teniendo estos inconvenientes. Esteve destacó, en este punto, la evolución "similar" de la Ciudad Condal y de Málaga, teniendo en cuenta que se han comparado datos con 11 años de retraso, lo que evidencia el crecimiento del puerto costasoleño en este tipo de segmento turístico.

Según datos del estudio, como media general las ciudades que son escala tienen un beneficio económico claro puesto que más del 90 por ciento del pasaje, así como parte de la tripulación, realiza visitas panorámicas; otro 90 por ciento realiza compras; un 70 por ciento contrata excursiones. un 60 por ciento hace visitas culturales y la mitad disfruta de la gastronomía local, entre otros gastos, lo que explica el "elevado gasto medio" de cada pasajero de crucero.

Puerto base

Málaga es ya el segundo puerto peninsular en tráfico de cruceros, y este año se prevé la llegada de unos 650.000 cruceristas. También se debe tener en cuenta, según indicó que en el plazo de cinco años como máximo las instalaciones portuarias repartirán más o menos al 50 por ciento los tráficos base y en escala.

El peso relativo del tráfico base sobre el total del puerto malagueño fue en 2008 de 7,8 por ciento, cantidad que se elevó hasta el 21 por ciento en 2009, expuso Esteve, quien añadió que ese porcentaje se incrementará al 50 por ciento en 2013 aproximadamente.

En este sentido, subrayó la relevancia que para la ciudad tiene ser puerto base, por lo que ello conlleva de pernoctaciones hoteleras y de gasto en restauración y ocio en la ciudad. Por ello, indicó que las estancias en establecimientos hoteleros se pueden incrementar un 15 por ciento en los próximos dos o tres años, con unas 125.000 anuales.

"edad de oro" del crucero

Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, señaló, durante la presentación del cuaderno número 9 de la Fundación Ciedes, que actualmente el crucero está en "la edad de oro", y puntualizó que, a pesar de la crisis, "sigue siendo una opción vacacional y de ocio".

Linde admitió que se trata de un sector "cada vez más competitivo" puesto que hay muchos puertos que se están interesando "por optar a este negocio, ya que es una industria potente y de futuro". Sin embargo, dijo que la máxima afluencia de visitantes "genera problemas", de ahí que la ciudad deba "dar alternativas".

"Un crucerista es un agente comercial, está horas en una ciudad y debe llevarse una buena impresión porque es un elemento multiplicador para el futuro", aseveró, al tiempo que puntualizó que muchas navieras están incluyendo a los cruceros como destino: "los venden como objeto de diversión y tienden a retenerlo en el barco", algo que se debe "compensar" siendo base de cruceros.

En los mismos términos, el director gerente de la Fundación Ciedes manifestó que este noveno cuaderno quiere ahondar en la potencialidad de los cruceros para la ciudad y en lo "acertada" que fue la decisión de la Autoridad Portuaria y de la capital de apostar por este segmento. "El puerto y la ciudad tienen que seguir caminando de la mano mucho tiempo y tenemos que estar preparados para lo que se nos avecina", concluyó.

El informe presentado ensalza cómo el puerto malagueño ha experimentado uno de los crecimientos "más espectaculares de todo el Mediterráneo", con una subida cercana al 30 por ciento anual, "y acariciando en un horizonte no muy lejano la cifra del millón de cruceristas".

Ésta es una industria de ocio joven, según el estudio, que revela que frente a unos 18 millones de cruceristas anuales, incluyendo los fluviales, en 2007, hay más de 800 millones de turistas en total, por lo que los cruceristas no llegan al 2,5 por ciento, de ahí que la potencialidad de crecimiento sea "evidente", entre otros motivos por la relación calidad-precio.

Actualmente hay más de 200 barcos de crucero en el mundo, con una capacidad de en torno a 300.000 plazas, que atienden a una demanda que supera los 15 millones de pasajeros que realizan viajes de una duración media de entre cinco y seis días, lo que significa una demanda cercana a las 90 millones de pernoctaciones anuales.