Los trabajos, que avanzan al ritmo previsto incluyen la cúpula y sus yeserías policromadas, y se consolidaron los yesos afectados por la humedad que había penetrado en la linterna de la cúpula y se han reproducido los motivos que se habían perdido y eran iguales a otros que aún se conservan.

Además, se sellaron las grietas y otros desperfectos en las paredes del interior de la cúpula, según informaron a Europa Press fuentes de la Fundación.

A partir de este momento, comienza la fase de reintegración tanto en la cúpula como en el retablo, y los restauradores ya están trabajando en las tallas y han probado distintas soluciones de limpieza para el Cristo, hasta dar con una que elimina los barnices oxidados y la suciedad, sin resultar agresiva, y respeta su aspecto actual.

Las telas que cubrían las paredes desde el siglo XIX, se han retirado para limpiar y sanear los muros y se volverán a colocar, también tras un proceso de limpieza. Los restauradores consideran que forman parte de la personalidad de la capilla.

Nueva iluminación

Finalmente, la intervención llevará una nueva acometida de luz desde el pueblo hasta la iglesia, que garantiza la potencia necesaria para iluminar la capilla de modo que se aprecie su valor artístico. La iglesia no contaba con potencia suficiente para iluminar adecuadamente la capilla.

La intervención incluye la apertura de una zanja de 250 metros desde el pueblo hasta el templo y una nueva conducción que facilita la luz necesaria ahora y podrá usar la parroquia para cubrir otras necesidades.

La intervención necesita del trabajo de quince especialistas durante once meses; con ella, la Fundación del Patrimonio frenará los daños y las causas del deterioro, devolverá la estabilidad a la estructura, consolidará y estabilizará los materiales para alargarles la vida, recuperará la policromía y devolverá la unidad estética que ha perdido la capilla sin ocultar las huellas del paso del tiempo.

La restauración de la capilla, la reja y el retablo mayor del Santo Cristo de Santa María de Yanguas cuenta con un presupuesto de 382.800 euros. La Fundación del Patrimonio Histórico dirige los trabajos y aporta la mayor parte de esta cantidad, el 75 por ciento, y cuenta con la colaboración de la Mancomunidad Tierras Altas de Soria a través del Plan de Dinamización del Producto Turístico de esta comarca soriana y la parroquia de Santa María, que financian el 25 por ciento restante.

La capilla estaba gravemente deteriorada, tanto en la decoración de la cúpula, como en el retablo y la reja que la cierra, como consecuencia del abandono y la humedad por las filtraciones desde la cubierta. Esto afectó a la policromía y se perdieron algunos elementos decorativos, por lo que la intervención de la Fundación "es oportuna ahora, una vez que han concluido los trabajos de rehabilitación de la cubierta, necesariamente previos".

La capilla barroca del Santo Cristo comenzó a levantarse en 1724, con el trabajo y las donaciones de los vecinos de la Villa y Tierra de Yanguas y el dinero que aportaron los emigrantes naturales de allí. Se abrió al culto doce años después, aunque hasta 1756 no se colocó la reja.